La crisis de componentes no solo ha conseguido que no encuentres una PlayStation 5 en tus tiendas de confianza. También ha hecho que las pocas que aparecen aquí y allá en Internet se vendan más caras. O acabes comprando packs que no te interesan lo más mínimo. Si no estás dispuesto a dar este salto generacional, o no puedes, pero tampoco quieres perderte el nuevo Horizon Forbidden West tengo buenas noticias para ti. Concretamente 5 claves con las que te animo a hacerte con este juego en tu vieja, ajada y ruidosa PlayStation 4.
Mismos ambientes, mismas sensaciones
Aunque sea difícil de creer, Guerrilla ha conseguido llevar la misma experiencia de Horizon Forbidden West de PS5 a PS4. Y sí, hay asteriscos y peros. Pero está tan bien trabajado que te aseguro que lo disfrutarás de la misma forma. Al menos, en mi experiencia, así ha sido.
No vas a echar en falta plantas cubriendo todo el terreno. O figurantes poblando asentamientos y ciudades. O un sol que deslumbra al amanecer. O partículas que aparecen en zonas desérticas. O la nieve que se va pegando al cuerpo de Aloy cuando subes a terrenos elevados. O la tormenta roja que asola todo este oeste prohibido… Habrán reducido polígonos, habrán falseado texturas, habrán eliminado efectos difíciles de renderizar… Pero las sensaciones son las mismas. Si una pradera está llena de hierba en el suelo, con elementos flotando por el aire para mostrar el viento, con nubes, animales salvajes y máquinas en PS5 también lo está en PS4. Y el diseño artístico de este juego es como para quedarse mirando a tu alrededor allá donde vayas. Esto no se pierde en PlayStation 4 y es una maravilla para la vista.
Sin problemas de rendimiento ni refrigeración
No, tu PS4 fat no va a echar a volar con Horizon Forbidden West. Al menos la mía, con unos cuantos años y horas de juego encima, no lo ha hecho. De nuevo, la calidad técnica del título vuelve a sobresalir. Y en este caso no solo por conseguir mostrar a Aloy mojada por el agua, sudorosa y sonrojada por el calor o todos los efectos que comentaba más arriba. Lo hace sin problemas de rendimiento.
Tal y como ocurría en Horizon Zero Dawn, el juego se mueve fluido, sin parones ni caídas de frames. Algo bastante sorprendente teniendo en cuenta la magnitud del juego: elementos en pantalla, mecánicas y programaciones. Lo dicho, Guerrilla ha sabido cómo explotar la ya clásica PS4 y añadir novedades en este título.
Es verdad que ha habido polémica con bugs y algunos problemas técnicos. Sí, hay niebla para evitar cargar todo el mapa. Pero artísticamente está muy bien implementada. Y sí, hay algo de popping. Pero se ha ido corrigiendo, en la medida de lo posible, con diferentes parches durante estas primeras semanas de circulación del título. Ya no vas a ver matojos de plantas apareciendo en pantalla. Y salvo alguna situación concreta de carga lenta de texturas, no vas a encontrar más problemas. Básicamente es la misma experiencia que con el anterior título. Por lo que si no quieres dar el salto de generación aún, te aseguro que lo vas a disfrutar también en PS4. Y sí, ha habido una vez en la que me he subido en espacio en medio de la nada en todas las horas de partida que llevo. Pero te aseguro que después de haber jugado a otros títulos de mundo abierto como GTA, Assassin’s Creed o Watch Dogs, hay que descubrirse ante la falta general de bugs y problemas de este título.
Si algo funciona ¿para qué cambiarlo?
Quizá este punto sea más personal, pero el hecho de que Horizon Forbidden West sea tan continuista solo me hace disfrutarlo más. Jugué al anterior hace pocos meses para tenerlo fresco, y me encuentro ahora ante un título totalmente nuevo pero con todos los elementos que ya me gustaron. De primeras no he notado mucho cambio en los ambientes de escenario, pero cuando el juego quiere que sepas que estás en el oeste, lo sabrás.
La historia, además, se narra pocos meses después del primero. Así que si lo juegas de seguido reconocerás fácilmente nombres, escenarios y situaciones. Nada de romper con el pasado y abordar otra línea argumental. Ya sabíamos que al final del primero había un mal creciente, y ahora solo nos queda resolverlo en el oeste prohibido.
La mayoría de mecánicas también se mantienen. Aunque verás novedades a la hora de moverte por los escenarios, la escalada, corretear, disparar o aporrear máquinas sigue exactamente igual. Y lo dicho, no me parece nada malo. Disfruté mucho de Zero Dawn y le eché muchas horas (de hecho me lo he pasado un par de veces), y continuar como si nada con Forbidden West está siendo un placer. Aunque sí hay novedades…
Lo antiguo se queda, pero el juego crece
Guerrilla también ha querido mejorar, como es lógico. Una cosa es vivir en la nostalgia y otra cosa diferente es repetir la fórmula como si saltásemos entre los juegos clásicos de Pokémon, donde todo era exactamente igual una y otra vez. Ahora, por fin, Aloy se sumerge en el agua y esto abre un mundo nuevo de posibilidades, situaciones, combates y máquinas. Si el juego está repleto de actividad sobre la tierra, en lo submarino no deja indiferente.
También hay novedades en la escalada. Algo que, en mi opinión, no se ha terminado de pulir. No siempre tendrás claro qué salientes se pueden escalar, pero el foco es el mejor aliado para solucionar esto. Así, muchas de las paredes verticales ahora son escalables. Quizá las animaciones de Aloy no sean muy realistas al cambiar de un saliente a otro, pero eso de bordear peñones enteros para subir a la parte alta de alguno se quedó en Zero Dawn.
El sistema de combate también ha crecido. Y es realmente rico. Si te pasaste el primer juego dando mamporros a diestro y siniestro, en Forbidden West lo vas a poder hacer con más estilo y variaciones. Eso sí, para ello tendrás que desbloquear estos movimientos y habilidades. Todo ello en un árbol de opciones riquísimo que puedes personalizar según tu estilo de juego (a distancia, cuerpo a cuerpo, trampero, etc.) o que te invitará a seguir subiendo de nivel para conseguir puntos de habilidad y tener una Aloy completamente armada y peligrosa.
Por supuesto, las nuevas máquinas son de agradecer. La narrativa te pondrá rápidamente ante algunas de ellas. Y tienen ese toque de nostalgia con esa sensación “wow” al postrarte sobre una cobra gigante o una especie de mamut, pero con la novedad de tener más efectos alterados. Aquí he tenido que poner atención para ver que puedo hacer mucho más que churruscar, congelar o electrificar máquinas. También hay agua que deja más vulnerables a las máquinas o un ácido que las corroe para que aprovechemos ese estado en nuestro favor. Tendrás que estar atento y memorizar a qué máquina le afecta más o menos cada elemento.
Y, por supuesto, las vestimentas y armas de la protagonista, que ahora son más variadas y numerosas. Como ves el juego ha crecido enormemente. Pero lo hace sobre una base sólida y continuista. ¿Fan service? Por supuesto. Pero a eso habíamos venido, la verdad. Y disfrutarlo en PS4 abre las puertas a que muchos fans puedan vivirlo.
Muchas y buenas horas de juego
En el momento de escribir este artículo no he logrado acabar el título. Y la culpa es en parte de los fabricantes de móviles y el Mobile World Congress que ha coincidido con el lanzamiento del título, pero también de las misiones secundarias de este juego. Sí, en PS4 vas a disfrutar de historietas, situaciones, recados, misiones e incluso contratos de la misma forma que en PS5. El juego no recorta nada en este aspecto, y la teatralidad y variedad han crecido en el oeste prohibido. No son tan locas y divertidas como las side quests de The Witcher 3, pero te aseguro que te van a dar poca pereza completarlas. Al menos hay más motivos y de mayor peso para ir del punto A al punto B o recoger varias cosas por el camino. Palabrita.
Aunque si la cantidad enormérrima de tareas por hacer (algo incluso abrumador para mí al subirme al primer Cuellilargo y ver todo lo que se había desbloqueado en una porción tan pequeña de terreno) me “ha robado tiempo”, en realidad he perdido unos cuantos minutos con el modo foto. El diseño artístico, el acabado técnico, la iluminación, los elementos y las posibilidades de este modo foto me han conquistado. Este juego tiene muchas horas de diversión, pero cuidado con entrar en el modo foto: vas a perder mucho tiempo. Aunque vas a ganar bonitos fondos de pantalla.
