Esta ha sido mi experiencia con este móvil antigolpes y caídas, ¿se romperá?

¿Por qué llevar dos móviles encima cuando puedes tener uno con doble tarjeta SIM para tu número personal y uno profesional? Lógico, ¿no? Pero ¿qué ocurre cuando practicas deportes extremos o trabajas en entornos donde los móviles habituales pueden acabar poco menos que destruidos por un mal golpe? Crosscall es una marca de terminales que ha diseñado móviles súper resistentes para tener lo mejor de los dos mundos en un solo dispositivo. A prueba de golpes, caídas, líquidos y polvo. Pero que sea funcional para diferentes aspectos de una vida algo ajetreada.

Pues bien, he podido probar el modelo Core-X4 de Crosscall durante varios días. Y, por supuesto, le he hecho unas cuantas perrerías para comprobar hasta qué punto es resistente. Pero, aún más, también si sigue siendo completamente útil tras congelarlo, tirarlo, calentarlo o bañarlo. ¿Aguanta todo lo que le echen este móvil con certificado de resistencia militar? Sigue leyendo.

Diseño en plástico súper resistente

No hace falta más que echarle un vistazo a este Crosscall Core-X4 para saber que es un terminal diferente. Sus líneas son afiladas y su contorno es robusto y algo abultado. Lejos del cristal y el metal de los móviles Premium y más cerca de lo visto en el mercado de los móviles gaming. Sin embargo, este armazón es lo que le da todo el sentido. Se trata de TPU o Poliuretano Termoplástico, capaz de aislar y proteger los componentes internos a varios niveles. Y, sobre todo, de varios problemas habituales.

Al tacto es como plástico duro, pero después de tirar el móvil en repetidas ocasiones, varias de ellas sobre arena y grava, la percepción cambia. Aguanta golpes y caídas sin problemas. Y solo en terrenos menos llanos y con alturas de dos metros hemos conseguido que esta carcasa muestre algún daño. Concretamente una pequeña muesca, muy posiblemente producida por una piedra del terreno. A pesar de ello, ni roces ni arañazos se dejan ver en esta superficie plástica. Y eso es algo bastante sorprendente.

Para proteger el frontal de este Core-X4, Crosscall ha optado por utilizar Corning Gorilla Glass 3. Una protección para la pantalla que evita que se rompa o se ralle con caídas de hasta dos metros. Es un componente algo desfasado, ya que los nuevos móviles estrella que llegan al mercado cuentan con el Gorilla Glass 6, que añade más protección. Sin embargo, este modelo Glass 3 es más que suficiente para caídas accidentales habituales. Al menos durante las pruebas.

Está claro que este es un móvil para la construcción, la agricultura, los deportes de riesgo y todo aquel entorno que suponga recibir más de un golpe o una caída, aunque sean fortuitas. A este nivel ha pasado completamente la prueba.

Protección IP68, pero con tapas

En los últimos años los fabricantes como Samsung o Huawei nos han acostumbrado a exigir la certificación IP68 en sus móviles estrella. Se trata de la protección que evita que los componentes internos del móvil se llenen de polvo y líquidos, salvando el funcionamiento del móvil en caídas a charcos, piscinas y otras masas de agua, o pudiendo utilizarlos en lugares con polvo y partículas. Eso sí, hay que atender al número de la certificación. El primero es para el polvo y el segundo para el agua. Una certificación IP68 supone protección ante inmersiones en ambos elementos sin problemas. Aunque hay que atender a la letra pequeña.

En el caso de este Crosscall Core-X4 hay dos puntos clave. Uno es el que llega inherente a la certificación IP68 que supone limitar las inmersiones a 30 minutos de tiempo y a una profundidad máxima de dos metros. La otra llega de la mano del diseño del terminal: su capacidad de estanqueidad. Una característica que solo se consigue cerrando completamente las pestañas o tapas del puerto USB tipo C y el mini jack de 3,5 mm. En caso contrario no conseguiremos aislar del todo el terminal y podrían producirse daños si entra algo de agua.

Con ello, si hacemos lo que dice el fabricante, y al menos en nuestras pruebas, conseguiremos que el móvil funcione incluso debajo del agua. Eso sí, en los móviles Premium no hace falta usar carcasas ni tapas. Pero hablamos de otros rangos de precio, claro.

El punto negativo aquí es que la precisión de la pantalla se pierde cuando cae agua sobre ella. Por ejemplo, es un móvil complicado de usar en la ducha bajo el chorro de la alcachofa. Y, una vez dentro del agua, la pantalla deja de ser operativa en el apartado táctil. Podemos tomar fotos con los botones accesorios. Pero no abrir aplicaciones o movernos normalmente. Un pequeño precio a pagar en pos de la estanqueidad.

Eso sí, su diseño y certificación IP68 lo hace resistente a líquidos más allá del agua dulce. Puede sumergirse en agua salada e incluso soporta otros líquidos como el aceite o el gel hidroalchólico. Esto último hace que sea muy cómodo para desinfectar rápidamente.

Un móvil con certificado militar

El punto fuerte de este Crosscall Core-X4 llega de la mano del certificado MIL-STD-810G. Es un estándar desarrollado por los militares estadounidenses que certifica que un aparato es resistente a una serie de torturas. Vaya, que aguanta un montón de situaciones extremas que tienen que ver con temperaturas muy altas y muy bajas, humedad, radiación solar, contaminación por fluidos, vibraciones, descompresión rápida, impactos, alta aceleración y otros menesteres. Y este móvil cuenta con ellos.

Ahora bien, después de dejarlo una hora en el congelador, aunque completamente funcional, este Core-X4 no era del todo operativo. La pantalla se mostraba algo lenta y arrastraba las imágenes. Pero lo peor fue descubrir que el botón de encendido y apagado se había quedado congelado y, por tanto, inservible. Tras calentarlo con algo de aliento todo volvió a la normalidad. Aunque la escarcha alrededor de las cámaras no te dejará hacer una foto con calidad del entorno montañoso en el que te encuentras. O si quieres fotografiar algún detalle dentro de una cámara frigorífica donde llevas un tiempo.

También he dejado el móvil a pleno sol a las 16 horas de la tarde de un día de verano durante más de media hora. En este caso, salvo el desagradable calor de la pantalla, que podía llegar a quemar mis yemas, todo funcionaba como debería.

Repleto de añadidos y extras

A pesar de tener una ficha técnica algo básica, el punto fuerte de Crosscall está en los añadidos. Desde sus cajas de cartón reciclado, hasta todos los complementos que llegan en ellos. Por no hablar de las funciones extra y botones que se incorporan en modelos como el Core-X4 para programarlos como queramos.

La idea es sencilla: tener un móvil realmente útil en situaciones poco habituales. Donde pulsar un botón nos permita ponernos en contacto en modo walkie-talkie con otros móviles de la misma marca. O programar una acción o aplicación para no perder tiempo mientras vamos en bici, por ejemplo. A diferencia de otros fabricantes, que cada vez incluyen menos elementos con sus móviles, Crosscall incorpora auriculares resistentes, un adaptador para fijar el móvil a superficies como manillares de bicis, y además han desarrollado una gran cantidad de complementos y añadidos para aprovechar el terminal en las situaciones más inhóspitas.

No es un móvil para comprar por su ficha técnica, claro. Su pantalla necesita más brillo. El procesador ha quedado bastante desfasado aunque es resolutivo. Su memoria RAM no te hace volar entre aplicaciones. Y la batería es solo de 3.850 mAh, aunque su autonomía se alarga por encima de la media gracias a que el resto de componentes no son demasiado exigentes. Pero es todo lo demás lo que le da el punto. Sobre todo para los usuarios que necesitan resistencia en un móvil que los acompañe a cualquier lugar y en cualquier deporte. Y ahí si cumple en la mayoría de los casos. Todo ello por un precio de 470 euros para el modelo de 3GB de RAM y 32GB de almacenamiento, y de 520 euros para el modelo de 4GB de RAM y 64GB de capacidad.