Mi experiencia de uso con el Samsung Galaxy Z Flip tras una semana de uso

La fiebre por encontrar un móvil que presente algo nuevo y diferente sigue entre los fabricantes. Samsung ya propuso un móvil con pantalla flexible de relativa aceptación. Y, tiempo después, Huawei, Motorola y otros le siguieron. Ahora Samsung ha reformulado su planteamiento con un nuevo terminal que se dobla. Es el Galaxy Z Flip, que deja atrás el formato libro del Galaxy Fold para centrarse en reavivar el formato concha de los móviles de hace una década. Todo ello sin dejar de ofrecer una pantalla de nada menos que 6,7 pulgadas cuando lo desdoblas, y con la calidad a la altura de un teléfono Premium. Y ojo que la clave de este móvil está en su diseño con dos pantallas y el acabado robusto. Aquí ya no hay dudas de cuántas dobleces aguantará este móvil.

Además, Samsung ha pensado en el aspecto comercial. Y por eso ha lanzado este Galaxy Z Flip por un precio de 1.500 euros. Algo elevado sobre sus mejores terminales como el S20 Ultra, pero lejos de los más de 2.000 euros del Galaxy Fold. Un acercamiento en diseño y precio al consumidor de a pie que lo hace más razonable y posible. Pero ¿es un móvil que realmente se puede usar en el día a día? ¿Merece la pena apostar por la pantalla flexible y el diseño cuadrado en el bolsillo? Te lo explicamos en este análisis.

Samsung Galaxy Z Flip
Pantalla 6,7 pulgadas con tecnología Dynamic AMOLED y resolución Quad HD+ (2.636 x 1.080 píxeles)
Pantalla exterior de 1,1 pulgadas con tecnología Super AMOLED y resolución 300 x 112 píxeles
Cámara principal Sensor principal con lente gran angular de 12 megapíxeles, apertura focal f/1.8 y píxeles de 1,8 um
Sensor secundario con lente ultra gran angular de 12 megapíxeles, apertura focal f/2.2 y píxeles de 1,4um
Cámara para selfies Sensor principal de 10 megapíxeles, apertura focal f/2.4 y píxeles de 1,22 um
Memoria interna 256 GB
Ampliación No
Procesador y memoria RAM 7nm 64-bit Octa-Core Processor 2.95 GHz (Maximum Clock Speed) + 2.41GHz + 1.78GHz
8 GB de memoria RAM
Batería 3.300 mAh con carga rápida y carga inalámbrica
Sistema operativo Android 10 bajo One UI 2.0
Conexiones WiFi 4×4 MIMO, LTE Cat. 20, Bluetooth 5.0, GPS de doble banda (GLONASS, Beidou, SBAS y Galileo), NFC y USB tipo C 3.1
SIM Dual SIM (eSIM + nano SIM)
Diseño Combinación de cristal y metal
Colores disponibles: azul, negro y gris
Dimensiones 73,6 x 87,4 x 17,3 milímetros (desplegado)
73,6 x 167,3 x 7,2 milímetros (plegado)
183 gramos
Funciones destacadas Funciones adaptadas a la pantalla plegable, posibilidad de usar la aplicación de cámara con el móvil plegado, notificaciones en pantalla exterior, formato portátil
Fecha de lanzamiento Disponible
Precio 1.500 euros

 

¿Para qué voy a querer doblarlo?

La nueva propuesta flexible de Samsung es mucho más práctica y cómoda que el Samsung Galaxy Fold. Y esto es así por muchas razones. Lo primero porque no tendremos que llevar un móvil doble que se abre y es una tableta. Lo segundo porque plegado es mucho más pequeño que cualquier móvil actual. Y lo tercero es que las soluciones de software y funciones cuando está plegado hacen que no tengas que abrirlo tan a menudo. ¡Ah, se me olvidaba una cuarta razón!: no tienes por qué plegarlo siempre.

Básicamente, lo que ofrece el diseño plegable del Samsung Galaxy Z Flip es que tu móvil del día a día ocupe mucho menos. Prácticamente la palma de tu mano. Algo que lo hace infinitamente más cómodo de transportar. Con lo cual sí es útil doblarlo. Pero si vas a estar en casa puedes mantenerlo desdoblado y que sea accesible como un móvil normal cuando quieras.

Ya lo explico más adelante, pero cuando está doblado puedes ver notificaciones, leer mensajes, coger llamadas o incluso hacerte selfies con más calidad que la cámara interior. Todo ello gracias a su segunda minipantalla exterior. Pero es verdad que puede ser un poco pesado el proceso de desplegarlo constantemente. Así que, cuando voy a estar en casa y sé que voy a usar el móvil, lo dejo abierto o desplegado. Y así lo tengo siempre a mano como cualquier móvil actual. Por ejemplo cuando he estado comentando una serie que veo con una amiga de forma sincronizada. Pero cuando no lo uso tan a menudo lo pliego y lo llevo en el bolsillo ocupando poco espacio.

Gran diseño, pero resbaladizo

Y, para poder doblar este Galaxy Z Flip, evidentemente, ha de contar con un diseño a la altura. Samsung ya demostró con el Galaxy Fold que no ha venido a esta liga de los flexibles a participar, sino a ganar. Y lo vuelve a hacer en este caso. He revisado y toqueteado todas las piezas de la carcasa de este Z Flip: sus dos partes (tapa y base, por llamarlo de alguna manera), su bisagra, la pantalla y las piezas que lo mantienen todo unido. De hecho, mee he hartado a doblar y desdoblar este móvil durante los primeros días de uso y puedo decir que no hay punto flaco en su diseño mecánico. Es resistente, permite fijar la posición en diferentes ángulos y en ningún momento me ha parecido endeble o que vaya a romperse por algún lugar con su uso habitual. Pero hay un par de peros, claro.

Uno de ellos es la pieza frontal por la que se dobla la pantalla. Está a ambos lados de esta, y es una especie de tope que parece sujetar la pantalla para que el pliegue siempre sea hacia la bisagra y nunca hacia delante. Esta pieza rompe el diseño de los marcos, los cuales son bastante notables en este terminal. Pero lo que menos me ha gustado es que estas piezas salen hacia fuera. Bastante si lo comparamos con el resto del marco. Así que he notado siempre su presencia cada vez que sujetaba el móvil o pasaba el dedo por encima. Tras varios días te acostumbras a ellas, es cierto, pero siempre están ahí. Puede que sea mi TOC, ya que no es un verdadero problema en el uso del día a día.

El segundo pero es el ya habitual de estos terminales: el pliegue de la pantalla se nota. Y es algo que se aprecia tanto en la vista, al percibir el cambio de reflejo o incluso la variación de color y brillo de esta zona, como al tacto. Este mínimo relieve se nota, aunque no tanto cuando la pantalla está mostrando una imagen luminosa. Y desde luego no impide que puedas deslizar el dedo. Pero es algo que debes saber antes de enfrentarte a un móvil plegable. Ya sea este Galaxy Z Flip o cualquier otro. Eso sí, el diseño y acabado de los terminales de Samsung siguen superando a los de la competencia en calidad y detalle.

Mi experiencia con el Samsung Galaxy Z Flip tras una semana de uso 1

Y queda el último pero que he encontrado durante estos 7 días de uso. Y quizá el peor. Este móvil se resbala en todas las superficies. Da igual que esté plegado o abierto. De alguna manera siempre acaba escurriéndose. Tanto de las manos como de otras superficies. Si no está sujeto en una superficie completamente plana, es posible que la vibración de una notificación inicie el movimiento hacia su caída. Eso sí, al menos el acabado es resistente a los golpes. Y, si tienes miedo de rayarlo o dejar marcas en su carcasa, dentro de la caja llegan dos protecciones de plástico para fijar sobre las dos piezas móviles del terminal. Y así darle un extra de protección al dispositivo.

Eso sí, este Galaxy Z Flip llega sin protección IP68. Así que tendrás que tener cuidado y no mojarlo ni mancharlo con arena o polvo. Mucho menos introducirlo en cualquier líquido. De momento Samsung no ha llegado a ello con este nuevo diseño flexible.

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Funciones extra

Pero vamos a lo realmente interesante. Y es que este móvil es plegable precisamente para eso, para plegarlo. Y he descubierto que no es solo un fetiche mío en pos de la nostalgia de los móviles con diseño de concha. También lo puedes usar plegado para funciones básicas. Samsung ha pensado en ello y lo ha resuelto bastante bien, con soluciones para los . ¿La clave de poder usarlo cerrado? Su minúscula pantalla de 1 pulgada en la parte exterior. Es táctil y, a pesar de ser tan pequeña, es de lo más resultona.

Gracias a ella, por ejemplo, podemos ver la hora y también las notificaciones pendientes en el terminal. Cuando aparece un punto naranja junto a la hora solo tienes que deslizar el dedo de izquierda a derecha para ver si es un mensaje de WhatsApp, un correo de Gmail, una actualización pendiente o incluso si hay un cambio de tiempo. Cualquier notificación que aparece dentro del móvil también se refleja aquí. Pulsando sobre ellas he podido ver, por ejemplo, de quién es el mensaje de WhatsApp o de Instagram. Si algo no se puede mostrar en esta pantalla, el teléfono te informa que cuando abras el móvil verás la notificación abierta, como si hubieras pinchado sobre ella, para que no pierdas tiempo al hacerlo de nuevo.

Notificaciones pendientes

Pero hay más. Junto a las notificaciones también están las llamadas. Si recibes una llamada con el móvil plegado aparecerán los botones de tomar o colgar la llamada habituales. Deslizas el dedo para escoger la acción que quieras y la llamada comienza en manos libres, para que no te tengas que poner el cuadrado en la cara. Claro que esto lo he encontrado algo menos útil, ya que sin el manos libres conectado la llamada puede ser escuchada por la gente. Y, por lo que he experimentado, he tenido el móvil doblado sobre todo cuando he estado fuera de casa. Con todo, no deja de ser un recurso interesante para no perder tiempo desplegándolo.

También está la cámara de fotos. La doble cámara de la que te hablo más adelante. Aunque la pantalla de 1 pulgadas es alargada y no muestra todo lo que capta la cámara, puedes activarla para tomar fotos sin abrir el terminal. Esto no solo te evita perder tiempo, también resulta útil a la hora de conseguir selfies de mejor calidad, ya que las cámaras exteriores son mejores que la interior. Solo hay que pulsar dos veces el botón de encendido/apagado para activar las cámaras y ver una pequeña porción de lo que captan en la minipantalla exterior. Es verdad que he tenido que desarrollar algo de técnica durante estos días para encuadrar prácticamente a ciegas. Pero una vez que le he pillado el truco el movimiento resulta de lo más conveniente. De hecho lo he preferido en algunas ocasiones antes que abrir e ir a la aplicación de cámara.

Pantalla exterior

Hay una variación de esta función de la aplicación de cámara y la minipantalla exterior interesante. He probado este móvil en la soledad de mi confinamiento por el COVID-19, así que no he tenido oportunidad de probarlo con alguien. Consiste en activar la pantalla cuando estás tomando una foto con el móvil abierto y la cámara trasera. Para Samsung esta función es útil si quien va a protagonizar la foto quiere ver su aspecto. Y la verdad es que puede ser útil. Por defecto llega desactivada, pero solo hay que pulsar un botón en la esquina superior derecha de la pantalla de la aplicación de cámara para activarla al gusto.

Y aún hay más usos prácticos, ojo. Samsung ha rediseñado la aplicación de YouTube, o más bien la ha adaptado, para que puedas ver vídeos con el móvil tirado a la bartola. Pero el móvil, no tú. Si lo doblas en 120 grados, tipo portátil, el vídeo de YouTube ocupa la mitad de la pantalla, dejando la otra mitad para los comentarios y vídeos relacionados. Durante estos días he aprovechado esta posición también para hacer videollamadas con amigos y familiares. Es infinitamente más cómodo que buscar un soporte donde colocar el móvil. Solo tienes que colocarlo sobre su mitad inferior en una superficie e inclinar la otra mitad para encuadrarte cómodamente.

YouTube

Y algo parecido permite su multitarea real. Al contar con una pantalla de 6,7 pulgadas más alargada de lo normal, puedes contar con dos áreas grandes para dos aplicaciones a la vez. Nada nuevo en los móviles actuales, pero hay que decir que está bien implementado en este Galaxy Z Flip.

Tres cámaras que casi podían ser solo dos

El apartado de cámaras es quizá el punto más flojo, sin que se entienda como malo o decepcionante. Sin embargo, pagar 1.500 euros por un móvil en el que no se incluye ya ese tercer teleobjetivo o un macro para dar más posibilidades al usuario, da un poco de vértigo. También cuando el recorte del modo retrato, o enfoque dinámico como lo llama Samsung, se queda algo cojo al comerse el contorno de las gafas, pelo y detalles. Sin embargo, no hay que desmerecer el trabajo de los dos sensores principales (exteriores) y sus resultados, que con luz son muy definidos y con una saturación de colores que hace que casi cualquier fotografía luzca bien.

Tres cámaras que casi podrían ser dos

Pero voy por partes. Estas cámaras exteriores están formadas por dos sensores de 12 megapíxeles cada uno. Eso sí, el del objetivo principal, que es gran angular, cuenta con tecnología Dual Pixel PDAF y una apertura de f/1.8. El otro es el objetivo ultra gran angular, para retratar espacios amplios con mayor ángulo de visión. Esto hace que, irremediablemente su apertura se reduzca y presente f/2.2. Con ello podemos saltar de una vista amplia normal a una mucho más amplia. La aplicación de cámara se encarga de que el salto sea prácticamente natural, manteniendo colores y luminosidad.

Probando durante estos días de uso las cámaras he disfrutado de definición y resultados saturados y coloristas. Resuelve de forma excelente con luminosidad, y no se queda atrás en momentos difíciles como un alto contraste o un contraluz. La definición y el rango dinámico aguantan muy bien estas situaciones. Y cuando la luz empieza a escasear su apertura también aguanta el tipo. Los resultados pierden ligeramente en detalle, pero en el móvil se siguen viendo definidas y coloridas. Algo en lo que ayuda el procesamiento de las fotos. Eso sí, mejor no pasarse con el zoom, ya que es aquí donde las cosas empiezan a cojear.

 

En cuanto a la cámara interior, posee un sensor de 10 megapíxeles y un objetivo angular con apertura f/2.4. Es sensiblemente inferior, y se deja notar, claro. Algo menos de definición en los selfies, un enfoque menos detallado, menos rango dinámico y resultados que van empeorando conforme va faltando la luz. Aunque, para mí, uno de los principales problemas es el tratamiento de la imagen, que sigue sin solventar situaciones como un contraluz o los enfoques dinámicos o retratos. Cuestiones que la Inteligencia Artificial ya suple en otros terminales como los de Huawei, pero que en Samsung sigue faltando. Así que despídete de hacerte una foto bonita a contraluz. Tu cara se verá en negro. Y los retratos con esta cámara (y a veces con la trasera), mejor sin gafas.

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Potencia de alta gama

Ninguna queja al respecto del rendimiento de este terminal. Aunque los más puristas puedan señalar que este dispositivo no trae lo último de Samsung o de Qualcomm en procesadores, mi experiencia en el uso cotidiano con aplicaciones normales, de fotografía o juegos me llevan a no desear más. De nuevo el factor del precio, enfocado en el diseño y no tanto en los componentes, puede hacer que te preguntes ¿y no podían haber metido el último procesador en vez de uno de una generación anterior? Pues sí, hubiera sido lo ideal para completar una bonita ficha técnica. Pero la verdad es que no vas a notar diferencia entre el Snapdragon 855+ y el Exynos 990 a la hora de usarlo en tu día a día.

Como ya he comentado más arriba, cuenta con numerosas funciones avanzadas como el control de las dos pantallas mientras haces foto o vídeo. Permite controlar dos aplicaciones en pantalla a la vez sin notar ningún parón o retraso. Y mantiene una exigente multitarea con juegos pausados en segundo plano durante horas. De hecho me he sorprendido al volver a un juego después de todo el día y descubrir que estaba esperándome ahí donde lo dejé. También he comprobado que funciones como las de anclar elementos en los vídeos de Instagram Stories o crear montajes con todo tipo de filtros en TikTok se llevan a cabo de manera natural. Sin parones, vaya.

potencia de gama alta

Claro que a ello ayuda el procesador gráfico Adreno 640 y los 8GB de memoria RAM. Básicamente la disposición técnica de un móvil de gama alta. Aunque, de nuevo, no de gama Premium, como sí lo es su precio. A este respecto sí me ha sorprendido negativamente la ausencia de conectividad 5G. Este procesador ya lo permite, pero Samsung no lo ha incluido en la versión final. ¿Podrían haber añadido más RAM y mejor conectividad? Pues en un móvil de estas características sí se espera, la verdad. ¿Se echa en falta? La verdad es que en el uso diario (y teniendo en cuenta que lo he analizado en pleno confinamiento) no.

El resto de aspectos de memoria y conectividad no se quedan atrás y cumplen con las expectativas. 256 GB de almacenamiento no ampliable y Bluetooth 5.0, dual SIM, NFC y tecnología MIMO para su WiFi completan la ficha.

procesador

Un extra de seguridad

Tras varios días usando este Samsung Galaxy Z Flip me he dado cuenta de que contar con el sistema de pliegue es una barrera más de seguridad en el móvil. Puede ser un incordio para su uso rápido, pero hará que muchos se piensen dos veces hacer todo este gesto para espiar tu terminal. Y es que es imposible no darte cuenta de ello al tener que abrir el móvil. Por cierto, que la pantalla quede protegida también es una protección extra gracias a este diseño.

un extra de seguridad

Sin embargo, este apartado va de la experiencia con sus barreras biométricas de seguridad. Cuenta con dos: un botón de apagado/encendido en el que se incluye un lector de huellas, y una cámara capaz de escanear nuestro rostro para saber que somos nosotros. Eso sí, este segundo sistema es menos fiable que la huella, y es que se apoya en el software y no tanto en el hardware para asegurarse de que somos nosotros.

Estas medidas de seguridad son más que necesarias, pero es verdad que pueden convertirse en un latazo si tienes que desplegar el móvil y después acceder a él. En mi experiencia he preferido el uso del botón con el lector de huellas. Me resulta realmente cómodo y rápido encontrarlo sin mirar gracias a su tacto, así que me encuentro con el móvil desbloqueado prácticamente cuando lo abro o cuando lo voy a usar porque ya he plantado ahí mi huella en el proceso. El reconocimiento facial resulta algo más lento. No porque el sistema en sí tarde en reconocerme, sino porque hay que plantarse delante del móvil desplegado. Unas décimas de segundo que, para mí, marcan la diferencia en el uso del día a día. Eso sí, puedes configurar los dos métodos a la vez sin problema.

Mi experiencia con el Samsung Galaxy Z Flip tras una semana de uso 2

Sensor de huellas digitales

Batería que no decepciona

Y si lo que te está preocupando es la batería de este Samsung Galaxy Z Flip, ya vengo a decirte que no te preocupe tanto. A pesar del tamaño de pantalla de 6,7 pulgadas, Samsung mantiene  la resolución en FullHD+, así que el consumo se mantiene a raya. Al menos para un uso diario habitual en el que se usa WhatsApp, Instagram, la cámara de fotos y también se juega. Eso sí, a este respecto he de decir que este análisis se ha llevado a cabo en confinamiento, así que ese uso “normal” quizá abuse de conexión WiFi, más que de datos. Sin embargo, compensa el uso extra de WhatsApp, videollamadas y llamadas.

Batería que no decepciona

Vaya, que tendrás que cargar tu móvil de forma diaria, pero sin preocuparte de que, por ser un móvil flexible, la batería se quede atrás. Sobre todo si te quedas con el dato de 3.300 mAh de su batería, que se aleja de los habituales 4.000 de los terminales más caros y avanzados. Sobrevive a la jornada sin problema. Y, si llegas a necesitarlo, su sistema de carga rápida cumple para cualquier imprevisto. Lógicamente me gustaría una autonomía mayor, que no haga que me preocupe por encontrar un enchufe ni en los días de uso intensivo. Pero no hay que olvidar que es la primera generación de los Galaxy Z Flip.

Conclusiones

Tras siete días de uso como móvil de cabecera me queda un buen sabor de boca con este Samsung Galaxy Z Flip. Y es que soy fan del diseño tipo concha, y creo que Samsung ha sabido lanzar al mercado un modelo maduro, resistente y actual para combinar la experiencia de un móvil que ya conocemos con este remake del diseño abatible.

Conclusiones

Sobresale en los acabados, con una construcción firme y resistente que despeja cualquier tipo de duda sobre su durabilidad. Además de añadir interesantes nuevas facetas como la posición portátil para ver vídeos o videollamar cómodamente. Y, aunque he probado el modelo en negro, su color morado es de lo más atractivo. Sin duda, y para mí, el modelo a elegir.

Ahora bien, para hacerte con este diseño tendrás que pagar 1.500 euros. Un móvil que no cuenta con la mejor ficha técnica del mercado actual por un precio que sí supera estos datos. Pero que te ofrece funciones que ningún otro permite. Además de poder llevarlo en el bolsillo ocupando la mitad de espacio. En otras palabras ¿es el mejor móvil del mercado? No. ¿Es un móvil carismático y que ofrece un diseño y funciones que ningún otro puede? Sí.

Galaxy Z Flip

Queda claro que este Samsung Galaxy Z Flip es para quienes quieren un móvil que ocupa poco en el bolsillo. O para los amantes del diseño que no se van a preocupar tanto por el rendimiento. Pero que no te quepa ninguna duda de que este móvil es completamente funcional, útil y práctico. Tiene todo lo que cualquier móvil de gama alta pero lo puedes doblar. Así ocupa la mitad de espacio en tu bolsillo o en la mano. Sin que ello impida que tomes buenas fotos, contestes llamadas, veas notificaciones o controles la música al instante y sin desdoblarlo. Es la mejor opción flexible del mercado en este momento.

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