El drama del siglo XXI pasa por quedarse sin Internet en casa. Aunque hoy día la mayoría de conexiones proporcionadas por las principales compañías de telefonía cuentan con una estabilidad bastante digna, lo cierto es que no es extraño quedarse sin Internet en un momento dado del día. El origen del problema no siempre se halla en la conexión de nuestra compañía, y es esta es la razón por la que os mostraremos varios trucos para restablecer la conexión a su estado habitual.
Reinicia el router y los dispositivos conectados a este
Parafraseando a Dani Martín, lo mejor a veces para solucionar los problemas es empezar de cero reiniciando tanto el router como los dispositivos conectados a este. En el caso del primero, lo más recomendable es desenchufar la conexión a la corriente durante al menos un minuto para que las direcciones IP se restablezca.
Una vez volvamos a iniciar el router esperaremos unos minutos a que todo vuelva a la normalidad. Si la conexión no vuelve a la vida tendremos que contactar con nuestro operador de telefonía, pues lo más probable es que se trate de un problema de la red.
Comprueba la conexión de los cables del router
El funcionamiento de un router es muy sencillo, y por lo general está sostenido por tres cables (cuatro si contamos con el cable de corriente) que han de estar perfectamente conectados si queremos que la conexión a Internet se mantenga.
El primer cable es precisamente el que proporciona Internet al router: el cable de fibra óptica, con un color verdoso y un conector más pequeño que el resto de cables. El resto de cables están compuestos por los cables de telefonía y Ethernet en caso de contar con un ordenador conectado a través de esta conexión.
Ambos suelen venir representados por los colores gris y amarillo, e identificar la raíz del problema es tan sencillo como echar un vistazo a las luces LED del frontal del router. Si alguna de estas luces está apagada o muestra un color rojo o naranja, lo más probable es que el problema venga derivado del cable de telefonía o el de fibra.
Reinstala los drivers de la tarjeta de red de tu ordenador
¿Has actualizado recientemente Windows 10? Lo más probable es que los drivers de la tarjeta de red de tu ordenador se hayan perdido por el camino.
Para instalarlos nuevamente en el sistema basta con acceder a la página web del fabricante del ordenador siguiendo el siguiente criterio de búsqueda:
- drivers *modelo de ordenador* página del fabricante
En un Acer 5732Z podríamos aplicar la siguiente búsqueda:
- drivers Acer 5732Z acer.com
Dentro de la página web tan solo tendremos que descargar el paquete correspondiente a los controladores de red (WLAN, LAN, Ethernet o Internet son algunos de los nombres más habituales) y seguir el proceso de instalación tradicional.
Otro método al que podemos recurrir para actualizar los drivers de la tarjeta de red se basa en hacer uso del Administrador de dispositivos de Windows escribiendo el mismo nombre en el menú de Inicio.
Dentro de este tendremos que buscar el componente que se corresponda con el nombre de Adaptadores de red y actualizarlo haciendo click derecho sobre el mismo y pulsando en Actualizar controlador.
He actualizado los drivers e Internetsigue sin funcionar
Le toca el turno a la CMD de Windows, una poderosa herramienta con la que podemos realizar multitud de tareas, entre las que se encuentra limpiar la configuración de red del ordenador.
Acceder a esta es tan sencillo como escribir en el menú de Inicio Símbolo del sistema. Antes de proceder a su apertura, haremos click derecho sobre el programa y lo abriremos con privilegios de administración.
Acto seguido introduciremos los siguientes comandos:
- ipconfig /release
- ipconfig /flushdns
- ipconfig /renew
Finalmente escribiremos exit para salir del programa. Lo recomendable es reiniciar Windows para que los cambios se apliquen correctamente.
Recurre a una IP estática
Con cada conexión a Internet a través del router de nuestra casa, el aparato genera una dirección IP dinámica que varía en función del tipo de dispositivo. En ocasiones esta dirección puede entrar en conflicto con otros aparatos del hogar, razón por la cual nos veremos obligados a recurrir a una IP fija.
En ordenadores con Windows
Configurar una IP fija en Windows es muy sencillo. En primer lugar tendremos que acceder a Centro de redes y uso compartido en el Panel de control de Windows dentro del apartado de Redes e Internet.
Seguidamente pulsaremos sobre nuestra red (WLAN, Ethernet…) y haremos click derecho sobre la red en cuestión para seleccionar la opción de Propiedades una vez aparezca la ventana de redes disponibles en Windows. Una vez dentro nos iremos hasta Protocolo de Internet versión 4 (TCP/IPv4) en la ventana emergente que aparezca a continuación.
Finalmente haremos click derecho sobre la citada opción y seleccionaremos de nuevo la opción de Propiedades. Ahora tan solo tendremos que marcar la casilla de Usar la siguiente dirección IP y la casilla de Usar las siguientes direcciones de servidor DNS e indicar las siguientes direcciones en los recuadros correspondientes:
- Dirección IP: 192.168.1.78
- Máscara de subred: 255.255.255.0
- Puerta de enlace: 192.168.1.1 (puede cambiar dependiendo de la dirección IP del router)
- Servidor DNS preferido: 1.1.1.1
- Servidor DNS alternativo: 1.0.0.1
En móviles con Android
Si contamos con un dispositivo Android, el proceso es aún más sencillo que en Windows. Basta con acceder al apartado de WiFi e Internet dentro de la aplicación de Ajustes de Android y pulsar sobre la red WiFi a la que estemos conectados.
Dentro de la red WiFi se nos mostrará un icono de rueda dentada (puede ser un lápiz o una llave inglesa) que tendremos que pulsar para cambiar la IP por una fija. En Ajustes de IP seleccionaremos la opción de IP estática e introduciremos los siguientes datos en los campos correspondientes:
- Dirección IP: 192.168.1.79
- Puerta de enlace: 192.168.1.1 (puede variar dependiendo de la dirección IP del router)
- Longitud del prefijo de red: 24
- DNS 1: 8.8.8.8
- DNS 2: 8.8.4.4
