El disco duro es uno de los componentes más importantes de nuestro ordenador. No es para menos, teniendo en cuenta la gran cantidad de archivos digitales que guardamos habitualmente. Resulta imprescindible contar con un buen disco duro para respaldar y transportar nuestra información más preciada. Para que hagas una buena compra, con seguridad y sin tener que pagar más de lo que vas a aprovechar, te ofrecemos estos consejos que te servirán para tomar una buena decisión.
Si estás pensando renovar tu disco duro porque necesitas más espacio, funciona lento y sospechas que en cualquier momento te puede dejar tirado. Seguramente ha llegado el momento de cambiarlo por uno nuevo. Antes de nada, presta atención a los consejos que te damos para que elijas lo que mejor se adapta a tus necesidades.
1. Disco duro externo o interno
Es una de las principales cuestiones que tienes que barajar. Los discos duros internos se integran en el hardware tu ordenador para mejorar tanto su rendimiento como capacidad. Si tienes una torre con espacio podrás incorporarlo sin problemas. Entre sus ventajas, destaca que necesitan menos espacio, son más económicos y los tienes disponibles siempre de forma inmediata; al estar constantemente conectados funcionando.
Los discos duros externos son de los más usados en la actualidad. Al ser portátiles son más cómodos y resulta más sencillo llevar nuestros archivos de un lugar a otro entre diferentes equipos. Entre sus ventajas, además de la portabilidad, destaca que no incrementan la demanda en el sistema de refrigeración de tu ordenador.
2. Velocidad
Esta es una de las decisiones más importantes que tendrás que tomar a la hora de comprar un disco duro. Dependiendo de la velocidad que se ajuste mejor a lo que necesitas, el precio puede variar de forma considerable. Estos son los tres tipos de velocidad de acceso en los discos duros:
HDD
Los HDD (Hard Disk Drive), son los más económicos pero también lo menos rápidos. Si necesitas comprar un disco duro con mucha memoria a un precio reducido, es posible que estos sean los que más te interesen. Son muy adecuados como disco duro secundario y para almacenar una gran cantidad de archivos. Además de la velocidad, otra desventaja que tienen es que son más sensibles a los daños mecánicos.
SDD
El tipo SDD (Solid State Drive), aunque es más rápido también es algo más caro. Utiliza como almacenamiento principal la memoria flash sólida, que no hace girar al disco. Además de ser más rápidos, otras de sus ventajas es que son más reducidos de tamaño, más silenciosos, ahorran energía y tardan menos tiempo en arrancar. Su vida útil también es mayor, por lo que si buscas algo de más calidad es posible que te resulte conveniente esta opción.
SSHD
Una alternativa media son los SSHD (Solid-State Hybrid Drive), que se encuentran a un nivel intermedio entre velocidad y precio. Un equilibrio adecuado para quienes van un poco más apretados económicamente, o simplemente no necesitan mucho más.
3. Capacidad de almacenamiento
Otro aspecto a considerar es la necesidad que tienes de almacenamiento, esta es una de sus características fundamentales. Dependerá del tipo de archivos que quieras guardar, que pueden ocupar poco espacio o ser más pesados. Esta claro que cada año se necesita más capacidad de almacenamiento, debido a que los archivos tienen una mayor calidad y ocupan más memoria. En la actualidad ya hablamos de Terabytes (1 TB corresponde a cerca de 1.000 GB). Según para qué tipo de archivos lo necesites te interesará de más o menos memoria. Si la mayoría de los archivos suelen ser imágenes y documentos es posible que con 1 TB tengas suficiente. En cambio, si lo necesitas para guardar muchos vídeos, películas y una gran cantidad de imágenes seguramente necesites algo más. En la actualidad, ya se pueden encontrar discos duros de hasta 14 y 16 TB.
4. Tamaño del disco duro
Los discos duros suelen clasificarse sobre todo en dos tamaños: de 2,5 y 3,5 pulgadas. Estos tamaños corresponden a sus dimensiones físicas y no a su estructura interna. Los de 3,5 pulgadas se utilizan sobre todo para las torres, mientras que los de 2,5 pulgadas se utilizan para los portátiles. En la actualidad, se recomiendan sobre todo los más reducidos, o sea los de 2,5 pulgadas. Ya no solo por su tamaño más reducido, sino porque suelen ser más rápidos en la búsqueda de archivos, son más resistentes y consumen menos energía.
5. Acceso a la información o RPM
Lo que indica la velocidad de acceso del ordenador a la información del disco duro es el RPM (revoluciones por minuto). Para conseguir un acceso más rápido a la información desde el ordenador, la RPM ha de ser más alta. Las velocidades medias de los de los discos duros de 2,5 pulgadas suelen ser de 4.200, 5.200, 5.400 y 7.200 RPM. Mientras que los de 3,5 pulgadas van de 5.200, 7.200, 10.000 hasta 15.000 RPM. En ambos casos, una RPM de 7.200 pueden ser una elección aceptable.
6. La memoria caché o buffer
Se trata de un parámetro también importante a la hora de elegir un disco duro. Corresponde a la capacidad del disco duro para acceder a los archivos que se utilizan con mayor frecuencia, de una forma más inmediata. De esta manera, la memoria interna del disco duro accede con una mayor rapidez «realizando un menor esfuerzo», cuando se trata de acceder a archivos que sueles utilizar a menudo. En este sentido, cuanto mayor sea la memoria caché o buffer del disco duro mejor funcionamiento tendrá.
Estas son algunas de las claves que debes tener en cuenta antes de comprar un disco duro. Tómate tu tiempo para mirar cada una de las características y decídete finalmente por lo que mejor se adapte al uso que le vas a dar. No es necesario que tengas que gastar una gran cantidad de dinero para encontrar lo que mejor se adapte a ti.
