Científicos crean una piel sintética que se cura a sí misma

Por lo general, las medudas nos dan mucha grima. Es ver una en la orilla de mar y salir escopeteados como si nos fuera a morder el mismísimo tiburón blanco. No en vano, su picadura puede ser fatal para una apacible tarde de verano.

Sin embargo, la ciencia está dispuesta a aprovechar todas y cada una de sus propiedades para beneficio propio, de los humanos, vaya. Un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Singapur se ha inspirado en estos invertebrados, transparentes y viscosos, para crear piel sintética, capaz de curarse a sí misma. Se trataría de una piel sensible al tacto, que podría ayudar a los humanos a interactuar con máquinas.

La piel perfecta para interactuar con las máquinas

El descubrimiento y desarrollo de estos científicos de la Universidad de Singapur pretende ayudar a los humanos a interactuar con las máquinas. Como lo lees. La piel que han conseguido desarrollar tras sus investigaciones es sensible al tacto y ha sido transformada en una funda electrónica, autoreparable y elástica, con la que podrán cubrirse los robots y cualquier otro artilugio diseñado para que los hombres y las máquinas o robots se comuniquen.

Sus investigadores se plantearon muy seriamente el reto. Y según explica Benjamin Tee, uno de los principales investigadores de este interesante proyecto, lo que querían era crear un material artificial que imitara la naturaleza, que fuera resistente al agua y que, a pesar de eso, fuera sensible al tacto.

Todos los detalles sobre esta creación están recogidos en un artículo de la revista Nature de febrero de este mismo año. Allí se detallan algunos de los componentes de esta piel electrónica, que puede estirarse y que se cura a sí misma.

Para elaborar esta piel se mezcló un plástico elástico con líquido iónico rico en flúor y gel. Lo que salió de esta combinación fue una piel transparente, que puede curarse por sí sola en caso de que sea necesario y que puede permanecer y resistir en ambientes húmedos. Esto último había resultado imposible hasta ahora. Los hidrogeles que se usan habitualmente en ingeniería de tejidos no fueron capaces de ofrecer esta resistencia.

piel medusa

La piel que se cura a sí misma

Estamos ante un material completamente novedoso, nunca visto hasta ahora, que puede funcionar y mantener su forma intacta tanto en ambientes húmedos como secos. De hecho, sus creadores afirman que puede mantenerse en perfectas condiciones en agua de mar y tanto en ambientes ácidos como alcalinos.

Otra particularidad de esta piel sintética tiene que ver con el hecho de que la piel cortada o desgarrada pueda recuperar por sí sola la conductividad eléctrica. La recuperación parcial puede producirse en cuestión de minutos, pero en días las partes rotas estarán de nuevo completamente unidas. Se trata de algo absolutamente innovador que, por desgracia, no tienen la opción de conseguir las medusas reales.

Por si esto fuera poco, y como ya hemos insinuado, el material que se ha usado para fabricar esta piel es conductor. Esto siginfica que puede responder perfectamente al tacto. Contando con varios sensores, la piel podría convertirse en algo perfectamente vívido, capaz de interactuar con máquinas.

Los investigadores coinciden en que este nuevo invento podría ser muy interesante para facilitar la interacción entre robots, gracias a la introducción de materiales mucho más maleables y flexibles, capaces de sustituir los metales más sólidos.

Además, esta piel que se regenera y se cura de forma autónoma podría tener efectos muy poderosos sobre el medio ambiente, puesto que no sería necesario remplazar los componentes cada dos por tres. No hay que perder de vista que los datos oficiales nos hablan de nada más y nada menos que 40 millones de toneladas de desechos electrónicos por año.

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