Desde el pasado 14 de septiembre, los usuarios de Apple e interesados podían reservar los nuevos terminales de la marca, los iPhone XR, iPhone XS y iPhone XS Max. Este último, un terminal que seguía elevando el precio de los teléfonos móviles sobrepasando, con creces, la barrera psicológica de los mil euros (que antes se situaba en 700, un poco más arriba o abajo). Actualmente, el nuevo iPhone XS Max puede adquirirse en tienda oficial desde los 1.260 euros. El terminal más económico de iPhone en 2018 corresponde al modelo de 64 GB de almacenamiento del iPhone XR a un precio de 860 euros.
Apple venderá menos nuevos terminales de los previstos
Con estos datos sobre la mesa vamos con el asunto que interesa. The Wall Street Journal afirma que el fabricante iPhone Apple Inc ha recortado los pedidos de producción en las últimas semanas para sus tres modelos más recientes lanzados en septiembre, el iPhone XR, iPhone XS y iPhone XS Max. Según el documento vertido al noticiario americano, la decisión de lanzar más modelos que de costumbre, junto a una demanda menor de lo esperada en los mismos ha hecho mucho más difícil anticipar el número de componentes y dispositivos que la compañía habría necesitado para cubrir las necesidades.
Algo que los inversores no esperaban era que Apple anunciase, hace unas semanas, una previsión de ventas inferior a la habitual en el trimestre que incluye la temporada navideña. Esto hizo que muchos proveedores comenzaran a anunciar, en un movimiento inédito, una debilidad en las ventas de los nuevos iPhone. Especialmente duras han sido las provisiones para el modelo más económico, el iPhone XR. En este modelo, Apple ha acabado reduciendo su plan de producción hasta en un tercio de las 70 millones de unidades que los proveedores debían fabricar entre el período de septiembre y febrero de 2019.
La semana pasada, Apple redujo nuevamente la partida de nuevos iPhone XR según informa también el periódico The Wall Street Journal. Como escape de la temporada navideña aún se presenta como una incógnita, pero los números son lo que son y los augurios no son precisamente tan satisfactorios como la compañía de Cupertino preveía.
