Es posible que te haya ocurrido en más de una ocasión. Estabas esperando a que salieran las entradas del concierto de tu artista favorito y cuando salen, a las ocho en punto de la mañana, se agotan en menos de cinco minutos.
Misteriosamente comienzan a aparecer entradas disponible en otras páginas, asociadas a la propia distribuidora de entradas: Ticketmaster. No habría ningún problema, si no fuera porque los tiques o entradas han salido a la venta a precios verdaderamente prohibitivos. De este modo, puede que una entrada que originalmente costaba 40 euros, termine saliendo por 200. Un verdadero despropósito.
Pues bien, parece que Ticketmaster se ha animado a acabar con esta práctica. En Europa, Ticketmaster tiene un par de sitios desde los que autorizan la reventa de entradas. Son Seatwave y Get Me In. El hecho de permitir que se produzca esta reventa tan costosa le ha granjeado a Ticketmaster unos cuantos detractores. Y no solo fans de músicos o grupos en busca de entradas para el concierto al que quieren ir, sino también de los propios artistas, que no han visto con buenos ojos esta estratagema.
Ticketmaster cerrará estos sitios de reventa online
Por suerte, aquellos que normalmente compren tiques o entradas a través de Ticketmaster, pueden estar tranquilos. Porque Ticketmaster tiene previsto cerrar estos sitios. De este modo, ni Seatwave ni Get Me In seguirán existiendo a partir del próximo octubre.
Para fulminar estos dos sitios y el negocio de la reventa, se creará un nuevo servicio. Será un espacio que propiciará la desaparición de los revendedores de entradas profesionales. Desde aquí, los fans que hayan comprado entradas y no puedan asistir a los conciertos, tendrán la oportunidad de sacar los tiques a la venta, en el caso de que no puedan asistir a la celebración o espectáculo en cuestión.
El servicio de reventa por parte de particulares podrá llevarse a cabo dentro del mismo Ticketmaster. ¿Y qué ocurrirá con los vendedores? ¿Podrán sacar igualmente beneficio de la reventa? La respuesta es no.
Como puedes imaginar, estos solo podrán revender las entradas al mismo precio por el que las habían adquirido, con la salvedad de que podrán añadir un 15% adicional para cubrir las tarifas de reserva que habitualmente se pagan a la hora de realizar compras online. Un pequeño extra que casi siempre pagamos por la gestión y que el primer comprador no perderá.
Estas reventas serán señaladas como localizaciones libres en color rosa y los nuevos compradores, podrán hacerse con las entradas como si las adquirieran por primera vez.
La reventa de entradas, en el punto de mira en Europa
La corriente que lucha en contra de la reventa de entradas es candente en toda Europa. Están surgiendo iniciativas en distintos países para evitar que terceros puedan beneficiarse de la reventa.
En Irlanda, por ejemplo, el gobierno del país está trabajando para la aprobación de un proyecto de ley que prohiba a las personas revender entradas por un precio superior al fijado por la organización en los tiques.
En Reino Unido también se está observando de cerca el mercado de la reventa, con el objetivo de regularlo. De hecho, es posible que pronto se tomen acciones legales contra un gigante suizo llamado Viagogo, que se encarga precisamente de esto.
Artistas como Ed Sheeran o Adele están apoyando campañas de servicios que proponen una reventa coherente, con tan solo un 10% añadido a los gastos, que serían los correspondientes a la gestión.
