El Pleno del Parlamento Europeo ha rechazado hoy la nueva ley de Derechos de Autor que tanto polémica ha generado en los últimos días. Han sido 318 votos en contra, 278 votos a favor y 31 abstenciones. Aunque la votación ha estado muy ajustada, finalmente la Eurocámara ha rechazado iniciar las negociaciones de la reforma de la ley europea de Copyright.
Había sido una medida muy polémica desde el principio. El texto, aprobado el pasado 20 de junio por la comisión de Asuntos Jurídicos, había recibido muchas críticas en la red. Especialmente por los artículos 11 y 13. El segundo establece que las plataformas digitales que faciliten acceso público a «grandes cantidades de obras» serán responsables de asegurar el «correcto funcionamiento» de los acuerdos alcanzados con los titulares de derechos de autor.
Es decir, esta directiva pretende adaptar los derechos de autor al entorno digital. ¿Cómo? Exigiendo a cualquier plataforma que pueda albergar contenido con derechos de autor (como YouTube) una negociación con los titulares de los derechos de autor. Es algo similar a lo que hacen plataformas como Spotify o Apple Music, que negocian con los autores para poder tener su música.
¿Cómo afecta al uso de la red por parte de los usuarios?
Un sector de los internautas asegura que la aprobación de la nueva ley supondría una pérdida de libertades en la Red. ¿Por qué? Porque todos los contenidos tendrían que ser revisados por las plataformas responsables para comprobar que no se violan los derechos de autor.
Este podría suponer la prohibición de portales como Wikipedia, páginas web especializadas en Memes e incluso la eliminación de muchos vídeos de YouTube o de redes sociales. Los defensores de la reforma, sin embargo, aseguran que estos están cubiertos por las excepciones de derechos existentes (por ejemplo para las bromas).
Como es lógico, muchas de las grandes empresas de tecnología también están en desacuerdo con la medida. El texto presentado indica que, de no existir acuerdos entre los autores y las plataformas, estas deben tomar también las medidas “adecuadas y proporcionadas” para garantizar “que no se compartan ni estén disponibles aquellas obras o trabajo que puedan infringir los derechos de autor”. Algo que supone una fuerte inversión a nivel técnico y humano.
De momento, el inicio de las conversaciones con el Consejo se retrasará al menos hasta septiembre. Será después de las vacaciones cuando la Eurocámara comenzará de nuevo la negociación.
