Ya puedes usar tu cuenta de Netflix o Spotify desde cualquier país europeo

Si sueles viajar mucho por Europa y aprovechas esos días para ver Netflix, HBO o escuchar música en Spotify podrás hacerlo a partir de ahora igual que si estuvieras en tu país de origen. Y es que acaba de entrar en vigor una nueva normativa que permite acceder a abonos y servicios de contenidos online de pago con las mismas condiciones que las que tenemos en nuestro lugar de residencia. El principal objetivo con ello es que en toda Europa haya un único mercado digital, sin barreras o imposiciones diferentes por zonas.

La nueva normativa que permite ver servicios en streaming como HBO o Netflix o disfrutar de nuestras listas de música en Spotify o Tidal entró en vigor ayer 1 de abril. Esto quiere decir que si hoy viajas a cualquier país dentro de la Unión Europea no tendrás que estar sujeto a condiciones por usar estos servicios. Podrás seguir haciéndolo como en tu propio país. Ahora bien, ¿por qué había trabas para disponer de estos servicios fuera de casa?

Hasta la fecha, reproducir contenidos protegidos con derechos de autor tenía las licencias impuestas por el territorio. La UE ha puesto en marcha un acuerdo entre las partes interesadas y las empresas para eliminar este tipo de barreras. Lo ha hecho por medio de un mecanismo que facilita la obtención de las autorizaciones en toda Europa. Para evitar una mala praxis de los servicios, los proveedores tendrán que verificar el Estado miembro al que pertenece el usuario. De este modo, si la persona no puede demostrar el país en el que vive, la compañía está autorizada a interrumpir el acceso a los servicios.

HBO Europa

Para realizar esta comprobación habrá que facilitar un máximo de dos documentos o datos. Por ejemplo, una cuenta bancaria, una factura oficial o el propio carné de identidad. En cualquier caso, los titulares de los derechos de autor podrán autorizar el consumo de sus contenidos sin que el usuario tenga que comprobar su lugar de residencia. Según datos de la Unión Europea, el gasto en servicios de pago creció en un 113 % entre 2010 y 2014. Por su parte, el número de usuarios aumentó en un 56 % entre 2014 y 2015. La UE ha calculado que el 5,7 % de los consumidores europeos, unos 29 millones de personas, podrían beneficiarse de esta nueva normativa. Esta cifra podría subir hasta los 72 millones de aquí al año 2020.

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