Si eres uno de estos locos por la meteorología, este proyecto te interesa. Porque la NASA, junto con NOAA, acaba de poner en marcha un satélite que mejorará con creces el asunto de las predicciones meteorológicas.
¿Cuántas veces el hombre del tiempo ha pronosticado una nevada del quince y de repente, ha asomado el sol? El JPSS-1 (Joint Polar Satellite System-1) es el primero de una serie de satélites NOAA que sale al espacio con este objetivo. El de mejorar las predicciones meteorológicas.
Los expertos saben que los pronósticos a largo plazo pueden ser cruciales para predecir y hacer un seguimiento de grandes fenómenos como son los huracanes.
En cualquier caso, este sistema de predicción meteorológica debería mejorar las predicciones de hasta una semana vista. El satélite que ha sido lanzado cuenta con cinco instrumentos mejorados. Entre estos encontramos un sensor de imágenes infrarrojas o una sonda de microondas.
Estos dos aparatos pueden monitorear factores que influyen en el clima. Porque pueden recabar y analizar detalles tan exactos como la temperatura atmosférica, el estado de las nubes o las capas de hielo. También podrá examinar los colores del océano y hasta las cenizas de los volcanes.
El satélite ajustará mejor las predicciones
El nuevo satélite que acaba de lanzar la NASA tendrá, pues, la capacidad de ser más preciso. Eso sí, según ha explicado PR Newswire, antes de que esté plenamente operativo, el satélite tendrá que pasar por tres meses de prueba.
Cuando funcione, además, no solo estará preparado para predecir cómo se forman y de qué manera avanzan los huracanes. Parece que el nuevo sistema de la NASA también podrá predecir los daños que ocasionarán las tormentas.
Aplicado a la vida práctica, este tipo de predicciones deberían servir para advertir y preparar las zonas que puedan verse más azotadas por este tipo de temporales, cuya devastación puede ser material. Pero también humana, si no se han puesto los medios adecuados.
Al mismo tiempo, y como proyecto a largo plazo, el satélite JPSS-1 debería ayudar a los científicos a comprender mejor el funcionamiento del clima. Y del medio ambiente a nivel global.
