Hace poco más de una semana, se desató alrededor del mundo un ataque informático sin precedentes. WannaCry desafiaba a empresas y usuarios con un despliegue nunca visto.
La ya famosa amenaza de ransomware fue capaz de atacar la friolera de 200.000 ordenadores en un total de 150 países. Entre las víctimas también había bancos e incluso hospitales, que tuvieron que dejar de atender pacientes por culpa del ataque.
Ahora que han pasado los días, ya es posible hacer balance. Y los datos son demoledores. Porque parece ser que un 97% de los equipos infectados funcionaban a través de Windows 7. Estos son los datos que revela un informe publicado por Kaspersky Lab.
Sí, aunque para muchos pueda resultar sorprendente: el número de ordenadores infectados que funcionan con Windows XP es del todo irrelevante. Se cree, además, que los pocos ataques que se habrían producido a estas máquinas habrían sido provocados. Hablamos de expertos, que habrían realizado pruebas.
Windows 7 es la razón por la que WannaCry se extendió
El 67% de los ordenadores infectados por WannaCry funcionan, según Kaspersky, a través de Windows 7. Esto descarta la percepción de que los ordenadores con Windows XP eran carne de ataque.
No hay que perder de vista que Windows XP dejó de contar con el soporte de Microsoft hace tres años. Pues bien, la causa directa por la que este ataque habría culminado con éxito tiene que ver con Windows 7.
Pero sobre todo, con el hecho de que el sistema operativo no contara con un parche crítico de seguridad que Microsoft publicó en marzo. Aunque la amenaza estaba detectada, todos los equipos con Windows 7 afectados no se habían actualizado.
Este hecho es grave porque gran parte de las empresas siguen usando la Windows 7 x64 Edition en sus ordenadores. Y esta es una edición que ha multiplicado por dos el volumen de infectados. Sobre todo si lo comparamos con las versiones de Windows 7 que más se usan en hogares y pequeñas oficinas.