¿Te imaginas una legión de pequeños robots organizando el trabajo en un gran almacén? Trabajo que, por cierto, correspondería a un empleado de carne y hueso. Esto está pasando en fábricas chinas, donde droides en miniatura han reducido la plantilla en un 70%. Lo cierto, es que la eficiencia ha mejorado en un 30 por ciento y los costes se han reducido a la mitad. Además, se ha mejorado el proceso de distribución, evitando fallos con los envíos.
La encargada de fabricar estos robots naranjas ha sido la empresa china Hik Vision. Su eficacia es tal, que consiguen repartir entre todos un total de 200.000 paquetes al día. Los droides llegan a alcanzar una velocidad de unos 10 kilómetros por hora. Asimismo, están capacitados para desplazarse fluidamente sin chocarse entre ellos. En un vídeo difundido por un canal local puede verse perfectamente como trabajan estos robots repartidores. Actualmente operan en un almacén de la ciudad china de Tianjin.
¿Cómo competir con estos pequeños droides?
Realmente es muy difícil llegar a competir con estos robots repartidores. No solo por la gran cantidad de paquetes que organizan cada día. Todos ellos tienen la capacidad de escanear códigos de barras y reconocer el destino al instante. A su vez, trabajan entre seis y siete horas diarias, a partir de las seis de la tarde, pero podrían estar funcionando de manera continua. Y es que, estos robots tienen capacidad para moverse de forma autónoma a una base de recarga que rellena sus baterías.
Y, ¿qué función desempeñan los trabajadores humanos que quedan en esta fábrica? Su trabajo consiste únicamente en colocar los paquetes de hasta 5 kilos sobre los robots. Una función sencilla, que quien sabe si en un futuro también podría ser relegada a las máquinas. Como dato os dejamos que la automatización fue la responsable de que 60.000 trabajadores de Foxconn perdieran su trabajo recientemente. Se trata, por tanto, de una práctica cada vez más habitual en las fábricas chinas.