Ya basta de imaginar. Lo de estar a la Luna un rato ya no será nunca más producto del despiste o de ser soñador por naturaleza. SpaceX, la empresa que llevará a cabo la misión, acaba de anunciar que a finales de 2018 dos personas volarán directas a la Luna.
Será el primer viaje turístico al espacio exterior, porque los dos clientes que se embarcarán en esta aventura espacial no serán astronautas. Lo harán bordo de una nueva nave llamada SpaceX’s Dragon, desarrollada en principio para astronautas de la NASA y con un cohete que todavía no ha sido probado.
El fundador de la compañía SpaceX (2002), Elon Musk, ha contado a los periodistas que este será el primer viaje con turistas que vaya más lejos de la Estación Espacial Internacional. Según Musk, el viaje tendrá una duración de una semana. Las cantidades astronómicas que pagarán los turistas por estas dos misiones, de momento, no será revelado.
Como tampoco lo será su identidad. Lo único que ha podido desvelar el jefe de SpaceX es que no son dos personajes de Hollywood, aunque ambos son conocidos. No en vano, para poder llevar a cabo un viaje de estas características es preciso contar con una cartera bien fornida. Musk espera, además, poder poner en marcha nuevas misiones en un futuro no muy lejano.
¿Y qué ocurrirá a partir de ahora? Pues bien, los dos viajeros a la Luna tendrán que someterse a un duro régimen de entrenamiento. Salir al espacio no es fácil y hay que contar con las condiciones físicas adecuadas. Musk ha explicado que a pesar de que los clientes ya han abonado un depósito para poder llevar a cabo el primer viaje lunar en 2018, todavía tienen que ser sometidos a unas pruebas médicas y físicas. A finales de este mismo año comenzarán a entrenar para poder abordar la misión con garantías.