Cualquier ayuda es poca cuando se trata de investigar sobre todas aquellas enfermedades que todavía siguen sin tener cura o de sacar adelante tratamientos que puedan ayudar a hacer la vida más fácil a los enfermos graves. El párkinson es una de ellas. Si bien es cierto que existen muchos tratamientos asentados y experimentales, todavía queda mucho camino por recorrer. Jin Hyung Lee, bioingeniera y neurocientífica de la Universidad de Standford, acaba de poner en marcha una nueva tecnología para tratar de investigar esta enfermedad. La científica, que antes se había formado en ingeniería eléctrica, pensó que podría trabajar como si lo estuviera haciendo con un proyecto de electrónica para estudiar el comportamiento del cerebro e identificar aquellas partes – o piezas – que serían defectuosas, con el fin de sustituirlas por otras.
A la hora de trabajar con este tipo de circuitos, lo que suele hacerse es detectar las piezas que están fallando, comprobar los flujos de electricidad y a continuación, intentar una reparación de manera individualizada. Se trata, según Jin Hyung Lee, de encender los diferentes tipos de neuronas y ver cómo están trabajando en beneficio o en contra del cerebro. Pero, ¿cómo? Una de las técnicas que usa el equipo de esta científica es la optogenética, un sistema que puede modificar las neuronas, de modo que respondan a la luz. La segunda tiene que ver con el MRI funcional, que es un sistema de análisis computacional que se encarga de trazar el circuito neuronal y determinar de qué manera estaría funcionando. Este mapeo del cerebro nos permitiría obtener la reacción de las diferentes zonas del cerebro y por tanto, detectar y señalar posibles anomalías.
De momento se han llevado a cabo diferentes experimentos con ratas de laboratorio. Los resultados fueron meridianos. Así, el trabajo de los científicos ha sido el de detectar aquellos componentes individuales que estarían afectando al buen funcionamiento general de los circuitos cerebrales. Actualmente, esto permitiría a los investigadores detectar qué puntos estarían afectando el cerebro de los enfermos de párkinson, pero también de otras muchas enfermedades relacionadas con el funcionamiento de este órgano vital.
En el caso del párkinson, parece que de momento esta tecnología podría ayudar a tratar algunas de las consecuencias o síntomas que produce en los pacientes. Uno de los más comunes, como sabes, son los temblores incontrolados, motivados por la anomalía existente en los circuitos que rigen el movimiento. Gracias a la investigación del equipo de Lee, los científicos habrían podido identificar las neuronas que están relacionadas con la enfermedad (concretamente, las que se dedican a aumentar o reducir los movimientos) y sería posible llevar a cabo diferentes tratamientos específicos. Uno de los más importantes y vitales sería el de la técnica DBS, de estimulación cerebral profunda, pero de una manera mucho más concreta sobre los circuitos afectados.