Detectar el cáncer a tiempo es muy importante para lograr su curación. En España cada año se diagnostican alrededor de 4.000 casos y la incidencia, según la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología, es de 9,7 por 100.000 habitantes. Hoy tenemos una buena noticia para todos. Y es que acaba de ser revelado un nuevo sistema de diagnóstico que podría facilitarnos mucho las cosas. Un grupo de investigadores de Stanford han descubierto que usando un algoritmo de ordenador, puede lograrse la misma tasa de efectividad que los humanos a la hora de diagnosticar el cáncer de piel. El sistema se basa en un algoritmo de reconocimiento de imágenes de Google, con el que se usa la friolera de 130.000 fotos de lesiones cutáneas que representan un total de 2.000 enfermedades. De este modo, la tecnología sería perfectamente capaz de reconocer diferentes tipos de cáncer y distinguirlos de lesiones benignas con una precisión absoluta. Así, en las pruebas realizadas por el equipo de Stanford, el éxito de este sistema automatizado habría sido del 91%, contrastado con los médicos de carne y hueso que habrían examinado las mismas lesiones.
Richard Weller, dermatólogo y consultor del Royal Infirmary de Edinburgo ha asegurado que en un futuro, los melanomas serán identificados de este modo en un futuro. La prueba del equipo de Stanford se llevó a cabo a través del algoritmo y los resultados fueron contrastados con el diagnóstico de un equipo de 21 dermatólogos. Se trataba de demostrar si la herramienta era fiable para analizar e identificar lunares y lesiones cancerosas. Al ver cada una de las imágenes, los médicos tenían que decidir si sería necesario avanzar hacia una biopsia, o si lo único que había que hacer era tranquilizar al paciente e indicarle que no se trataba de nada grave. Cada una de las lesiones presentadas ya habían sido previamente analizadas a través de biopsias.
Lógicamente, no estaríamos ante una herramienta definitiva, porque la mayoría de lesiones sospechosas de ser malignas tienen que ser analizadas en laboratorio. Sí, el algoritmo tendría que mejorar bastante y ser testado de manera rigurosa antes de aterrizar en el mundo de la medicina. Sin embargo, una vez haya sido mejorada, podría tratarse de un sistema interesante para usar desde cualquier teléfono inteligente y determinar si una lesión puede ser o no peligrosa sin necesidad de salir de casa.
No obstante, los investigadores saben que tendrán que ser muy cautelosos con el sistema, sobre todo a la hora de recomendar (o no) al usuario la visita a un profesional. Si son demasiado estrictos, las consultas podrían llenarse de de personas que realmente no tuvieran ningún problema médico, pero tampoco pueden ser muy laxos y arriesgarse a que alguien se quede en casa, cuando lo que en realidad tiene es una lesión maligna con un pronóstico de carácter grave.
Otra de las grandes ventajas de esta herramienta es que podría extrapolarse a otros campos, porque con el mismo algoritmo, deberíamos tener la posibilidad de reconocer otros objetos.