Samsung ha presentado nuevas ediciones de sus móviles para millennials. Nos referimos a los Galaxy de la gama A, que sobresalen por contar con un diseño metálico y un gran apartado de conectividad. Todo ello para dar respuesta a los usuarios actuales que requieren funcionalidad y diseño en un mismo dispositivo, pero con un presupuesto ajustado. Nosotros ya hemos probado el Samsung Galaxy A5 de 2017, y te contamos nuestras impresiones en vídeo.
Se trata de un dispositivo realmente elegante en el que el diseño está marcado por líneas sencillas. Tanto es así que ninguno de los componentes como el botón de inicio o la cámara de fotos sobresalen por encima del cuerpo del Galaxy A5 de 2017. Por supuesto, su acabado es metálico, y llega disponible en diferentes colores que van desde el plateado hasta el rosado, pasando por otros tonos suaves. Un punto muy interesante es su resistencia al polvo y al agua, certificada como IP68, por lo que es sumergible. Eso sí, nunca más de medio metro y durante más de media hora si queremos asegurarnos de que este móvil sobrevive.
También es interesante su apartado fotográfico. Cuenta con dos cámaras de 16 megapíxeles. Una delante, y otra detrás. Es decir, los selfies y vídeos con la cámara delantera son tan buenos como con la trasera. Todo ello logrando imágenes de alta definición y con bastante calidad incluso en entornos donde la luminosidad no es elevada.
En su interior, el Galaxy A5 de 2017 cuenta con un procesador de ocho núcleos que corren a 1,9 Ghz cada uno. Y lo acompaña un chip gráfico Mali T-820. Para completar su cerebro, una memoria de 3 GB de RAM se encarga de conseguir que todo funcione de forma fluida. Es decir, músculo suficiente para hacer correr cualquier aplicación o juego del momento sin resentirse. Respecto a la capacidad de almacenamiento, hablamos de 32 GB ampliables mediante tarjeta MicroSD hasta en 256 GB más.
Por último, es su apartado de conectividad lo que le hace brillar. Incluye lector de huella dactilar junto al resto de sus componentes: Bluetooth 4.2, NFC, USB tipo C, WiFI direct y toda clase de sensores.
En definitiva, un móvil con pantalla de 5,2 pulgadas AMOLED, cuerpo metálico, batería de 3.000 mAh y lector de huellas dactilares que se puede conseguir por 430 euros.
