tejido inteligente

Un artista alemán ha creado un tejido especial capaz de confundir a los sistemas de inteligencia artificial que reconocen los rostros. Se trata de una invención en la que se mezclan intenciones meramente artí­sticas con otras de protesta o de concienciación sobre la privacidad y los problemas que puede provocar el reconocimiento facial.

Un tejido capaz de engañar a los algoritmos de reconocimiento facial

Los avances tecnológicos en materia de seguridad, que también se están aplicando a otros ámbitos (como, por ejemplo, el reconocimiento de huellas dactilares, el escáner de iris o el reconocimiento facial) están permitiendo introducir muchas mejoras en la privacidad. Sin embargo, muchas personas se plantean que esos avances pueden tener el efecto contrario y convertirse en auténticos problemas para el derecho a la privacidad y el anonimato.

En concreto, una de las preocupaciones que más crece entre los internautas es que las empresas como GoogleFacebook, cuyas herramientas usamos a diario, acaben empleando algoritmos de reconocimiento facial con fines publicitarios.

La creación del artista alemán Adam Harvey plasma en un tejido único estas preocupaciones, ya que su sistema es capaz de engañar a los algoritmos. Esto se consigue con el desarrollo de diversos «puntos de información», de tal forma que un escáner detecta miles de puntos importantes y es incapaz de reconocer cuál de esos rostros o puntos de información es real.

tejido inteligente patrón

Hyperface, el nombre que ha recibido el proyecto, plantea imprimir o plasmar ciertos patrones de los rostros que utilizan los sistemas de inteligencia artificial (como ojos o labios) en la ropa y en accesorios, para confundir a las máquinas y, al mismo tiempo, crear una nueva tendencia en moda. Además, los patrones de diseño se podrí­an utilizar en el entorno, para ocultar por completo una determinada zona (como, por ejemplo, un espacio de una habitación).

El resultado final es que los ordenadores encargados de analizar los rostros y los sistemas de inteligencia artificial empleados en seguridad y vigilancia se saturan con demasiada información y son incapaces de generar una respuesta adecuada porque no pueden interpretar correctamente los datos que reciben.

El proyecto Hyperface, para el que Adam Harvey ha contado con la ayuda de Hyphen-Labs, se presentará oficialmente al público como parte de la iniciativa NeuroSpeculative AfroFeminism.

Privacidad vs. seguridad: ¿dónde poner los lí­mites?

vigilancia privacidad

Aunque este tipo de tejidos inteligentes podrí­an convertirse en un excelente avance en la protección de la privacidad, no hay que olvidar que todo invento puede usarse también para fines criminales, y el futuro que augura esta creación no es muy prometedor: si cualquiera pudiera tener acceso a este tipo de telas, se podrí­an cometer robos u otros delitos directamente expuestos a sistemas de vigilancia, sin ninguna posibilidad de que los algoritmos pudieran identificar a los culpables.

Como siempre, la barrera o el lí­mite entre la seguridad ciudadana y la privacidad de cada individuo abre un debate interminable. ¿Hasta qué punto la tecnologí­a nos ayuda y nos protege? ¿Cuándo se convierte en un arma de doble filo que puede perjudicarnos?

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