La marca japonesa Yamaha cumple con el nuevo receptor R-N402D con el deseo de muchos aficionados: poder acceder a las últimas tecnologías de reproducción de música, no sólo con las fuentes tradicionales (tocadiscos, lector CD, radio, etcétera) sino con la posibilidad de reproducir archivos de música almacenados en una memoria USB, o compartidos en red, o enviados desde un teléfono móvil, o conectarse a los miles de emisoras de radio a través de Internet, incluso a un servicio de música en línea como Spotify. Y todo por un precio recomendado de 479 euros.
El Yamaha R-N402D ofrece todo esto, que hasta hace poco era privilegio solamente de los receptores-amplificadores dedicados al Cine en Casa, en un elegante amplificador (que al contar con posibilidades de reproducción lo denominamos “receptor”) que sigue la línea de los demás componentes de la línea de Alta Fidelidad de la marca cuyo logotipo son, precisamente, dos diapasones. Así, su anchura es la habitual (435 mm) combinada con un frontal de 141 mm de alto y una profundidad de sólo 340 mm. Este amplificador estéreo es capaz de ofrecer una potencia que supera los 100 W en cada uno de sus dos canales, y su fuente de alimentación es lo bastante robusta para que si le conectamos altavoces difíciles de mover, pueda con ellos: hasta 180 W para cargas tan bajas como 2 Ohmios, una baja resistencia que para muchos amplificadores rivales sería interpretado como un cortocircuito. Este Yamaha podrá con ello y, en contrapartida, cuando esté en reposo consumirá tan poco como 0’1W.
La conectividad es muy completa: cuatro entradas analógicas de línea (incluida una “CD” dedicada), dos entradas digitales estándar (una coaxial y otra óptica), otra entrada digital USB frontal para archivos de sonido de prácticamente cualquier formato, y la entrada de red Ethernet además de la antena para la radio FM/AM y otra WiFi. El receptor de radio no sólo recibe ondas tradicionales sino que también es compatible con los servicios DAB y DAB+ para aquellas zonas que dispongan de cobertura. En cuanto a la salida, ofrece dobles bornes de altavoces, por si queremos conectar dos parejas y sonorizar dos estancias de esta forma.
La compatibilidad de reproducción en red es universal: para empezar es DLNA 1.5 de forma que casi cualquier aparato podrá conectarse a él y podremos controlarlo con cualquiera las muchas aplicaciones estándar DLNA disponibles para móviles, tabletas y ordenador. Además y por supuesto es compatible con el protocolo propio de Yamaha, MusiCast, para funciones de reproducción y multihabitación. Pero también lo es con AirPlay para dispositivos iOS, también podremos enviarle música por Bluetooth, y podremos acceder a música en línea a través de Spotify, entre otros.
En cuanto a la reproducción de archivos, sea directamente (USB) o a través de la red, alcanza para música en alta resolución pues su chip DAC es capaz de convertir señales en formato PCM hasta 24 bit y 192 kHz, y también en formato DSD a 5’6MHz, todo de forma nativa para no perder calidad.
El elegante frontal, que sigue la línea clásica de Yamaha, esconde funciones avanzadas: no sólo las citadas de reproducción digital, sino controles de tono (agudos y graves), además de un especial “loudness” que modifica su actuación en función del volumen (protegiendo así los altavoces además de nuestros oídos). Por supuesto todo es controlable mediante el mando a distancia incluído.