En estas últimas semanas hemos hablado sobre la posibilidad de que Apple aproveche el próximo año 2017 para celebrar los diez años del lanzamiento del iPhone y que lo haga, lógicamente, con un dispositivo especial. Hasta ahora, los rumores apuntaban a la posibilidad de que la de Cupertino diera a conocer un nuevo iPhone 8 que cambiaría radicalmente las características y el diseño de los iPhone que hemos conocido hasta ahora, cuya variación entre versiones no han sido excesivamente sonadas. La mayoría de fuentes están de acuerdo en que Apple dará un giro de 180 grados en 2017 con la presentación de un iPhone 8 con pantalla OLED. De hecho, hace bien poco nos enterábamos de que, supuestamente, la compañía había realizado un pedido a Samsung de 100 millones de paneles OLED. Parece evidente que un encargo de estas características tiene que trasladarse, lógicamente, a las pantallas de los iPhone 8 que vendrán, pero también está claro que con un pedido de esta magnitud Apple sería incapaz de cubrir la demanda de iPhone que tendrá para la cantidad de teléfonos que la firma suele vender de una sola generación.
Un informe recién publicado por el Wall Street Journal confirma ahora la información relativa al nuevo iPhone que vendrá. Parece ser que efectivamente, Apple estaría trabajando en el lanzamiento de tres nuevos iPhone, en lugar de uno o dos, tal como se había pronosticado. Los dos primeros serían los clásicos iPhone 7s y iPhone 7s Plus, una pequeña evolución de los iPhone 7 y iPhone 7 Plus vigentes. Pero esto no sería todo. El tercero de a bordo sería el iPhone 8 y en este caso sí estaríamos ante el dispositivo que contaría con pantalla OLED, pero del que lógicamente, y a juzgar por la dificultades que tendría Apple para conseguir el stock, solo se pondría a la venta en cantidades limitadas. Se trataría, en definitiva, de una oferta especial de aniversario, en lugar de un modelo de producción masiva como ocurre con todos los demás.
Una de las principales razones por las que el iPhone 8 con pantalla OLED no podría comercializarse de manera masiva tendría que ver, como decíamos, con lo difícil que resulta fabricar dichos paneles. Producirlos es complicado y actualmente no hay muchos proveedores que puedan ofrecerlos en tamañas cantidades.
Pero esta no sería la única novedad con la que Apple trataría de sorprendernos. Los rumores dicen que este mismo panel será capaz de extenderse hacia los bordes, de modo que tendría la pantalla ligeramente curvada. También se modificaría la naturaleza de algunos elementos de la pantalla, que en lugar de estar expuestos, a partir de ahora se encontrarían debajo de la pantalla. Hablamos, por ejemplo, del botón de inicio, del lector de huellas dactilares o del sistema de toques 3D. Sea como sea, aunque la tecnología OLED no pueda estar presente al cien por cien en el próximo iPhone, todo hace pensar que Apple se pondrá manos a la obra para que este tipo de pantallas estén disponibles lo antes posible para una gran mayoría de sus dispositivos. Veremos lo que pasa a partir de 2018.
Vía: WSJ