Es lo que podríamos llamar «un troll profesional». Hace ya algunos meses que conocimos su historia: érase un padre que quería que su hija no publicara más selfies en Instagram. Pero no lo hizo a la manera tradicional, sino que se las ingenió para hacer algo todavía mucho mejor: recrear las mismas imágenes que su hija publicaba en la famosa red social y darle a la chica una lección. Su objetivo era avergonzarla y lo había conseguido. Pero es que ahora acaba de hacerlo otra vez. El padre de Cassie, así es como se llama la chica, acaba de alcanzar el doble de seguidores que la joven. Chirs Burr Martin ya es un ídolo para los instagrammers. Y es que desde empezó, no ha dejado de hacer de las suyas.
No duda en pintarse con rotulador el cuerpo para imitar los tatuajes que lleva su hija (que por cierto no son pocos). Hace lo mismo con las pulseras y con el resto de atuendos que la joven se pone encima para hacerse las fotos e ir por la vida, en general. A Burr Martin no se le han caído los anillos a la hora de ponerse de esta guisa: es comediante y trabaja creando disfraces, así que ponerse en el papel de troll no le ha costado en absoluto. Trajes, pinturas, gorros, cintas para la cabeza, piercings de postín, muñecos hinchables como figurantes... No hay instantánea que se le resista. Lo mejor de todo es que no le importa hacer el ridículo en absoluto y a su hija, parece que ya se le ha pasado el enfado. Ahora en la cuenta de Burr Martin comparten vídeos y bromean con sus seguidores. Cassie, la hija, tiene más de 46.000, pero es que el padre ya supera de lejos los 88.000.
Las mejores instantáneas del padre no tienen desperdicio. Ha llegado a ponerse una llave en la nariz que haga las veces de piercing, o hinchar un muñeco para que lo abrace como si fuera el novio de Cassie. Se ha puesto una corona de laurel en la cabeza, se ha fotografiado con la panza al aire sin vergí¼enza alguna y se ha pintado unos ojos ahumados que merecerían una mención especial en el Vogue. Lo peor de todo es que además de tener más seguidores, sus fotos tienen mucho más éxito entre el público de Instagram, consiguiendo alrededor de 5.000 likes por algunas instantáneas, cuando las fotos de su hija, apenas han alcanzado los 2.000. El señor también ha creado su propio canal de YouTube, en el que además de hablar de los éxitos cosechados troleando las fotos de su hija, da rienda suelta a otra de sus aficiones: el mundo de Star Wars.
Muchos usuarios, padres y madres de hijos o hijas con la misma querencia a los selfies han felicitado a este hombre. No sabemos si con las instantáneas conseguirá educar a la niña. Lo que sí está claro es que si en algún momento tuvo algo de vergí¼enza o dignidad, Burr Martin la ha perdido por el camino. Por favor, no lo intenten en sus casas. Aunque sea por estética, no se empeñen, que no hace falta.