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Durante el final de verano Blackberry confirmaba lo que tantos sabí­amos, el fin de la fabricación de móviles propios, una crónica de una muerte anunciada sin duda. La pregunta se lanzó al aire: ¿qué pasará con la marca canadiense entonces? ¿A qué se dedicará? Bien, ya podemos daros respuesta a esa pregunta. El software va a ser su nueva ocupación. En concreto, el software para coches autónomos, y más en concreto aun, para la marca americana Ford.

Blackberry y Ford acaban de firmar un acuerdo de colaboración para poder nutrir con software una primera generación de coches autónomos fabricados en masa. Blackberry centrará su esfuerzo en montar un paquete que junte el sistema operativo QNX Neutrino, adquirido en 2010 y ya en uso para algunos coches, su software de seguridad Certicom y un sistema de procesamiento de audio especial para la nueva generación de coches de Ford.

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QNX, la salvación de Blackberry

QNX (Quantum Software Systems) fue una empresa que desarrolló un sistema operativo portable y multitaréa basado en UNIX, llamado Neutrino, y que pasó a ser una subsidiaria de Blackberry en 2010. A partir de entonces, ya ha equipado coches con su software de manera indirecta a través de Panasonic, pero ahora el intermediario desaparecerá y Blackberry será proveedor directo y socio en la producción del sistema Sync, el que llevan los coches Ford, hasta ahora ofrecido por Microsoft . Este movimiento puede ser el catalizador de un nuevo rumbo para una empresa canadienes, en completo declive desde 2014, hasta el punto de haber ido desligando su marca de la fabricación de teléfonos móviles y sus sistemas operativos. El Blackberry DTEK60 ha sido su último lanzamiento, recientemente puesto a la venta, y a partir de ahí­ solo nos quedará el recuerdo. Ahora, habrá que buscar dentro de los coches para encontrar signos de la marca.

La carrera por el coche autónomo

En el mundo del automóvil no hay discusión sobre cuál es el próximo paso a seguir: los coches autónomos. Tesla ha sido una de las empresas que más fuerte han apostado por el concepto, animando a otras más a seguir en esa dirección. Volvo y Ford ya han sacado modelos experimentales, pero esta última empresa tiene planes más grandes: para 2021 quiere estar fabricando 100.000 coches autónomos al año para ser usados como taxis. Para 2025, Ford busca ofrecer el coche autónomo al consumidor de la calle en producción en masa, normalizando su uso y su precio. Otras empresas como Google o Mercedes han anunciado coches autónomos para 2020. Apple por ahora se ha retirado de la carrera, aunque no sabemos si por motivos tácticos, ya que perderse esta oportunidad de negocio podrí­a ser algo de lo que los de Cupertino acabarí­an arrepintiéndose.

Ford cuenta ahora con un aliado, Blackberry, que ya tiene ingenieros trabajando para estar a la altura de las fechas prometidas. El futuro ya está aquí­ y hay que adaptarse o morir. Para Blackberry esto es un imperativo absoluto, para Ford es solo una opción, a la que ya se han lanzado de cabeza buscando recuperar una posición dominante en la industria del automóvil que hace tiempo perdió.

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