La presión de Europa sobre las tecnológicas parece no terminar: Apple multada por evasión de impuestos, Google por prácticas monopolísticas, y ahora le toca el turno a la también americana Yahoo. La empresa, recién comprada por Verizon, y que hace unas semanas reconocía que sufrió un robo masivo de datos dos años atrás, podría ser acusada de violar la privacidad de los datos de sus usuarios, al haberlos compartido supuestamente con el FBI y del NSA.
Colaboración estrecha
Apple acaparó muchas portadas de periódicos al negarse a permitir que el FBI accediera a los datos del iPhone de un criminal, ya que consideraba que se estaba «extralimitando» en sus funciones gubernamentales, y que suponía abrir una puerta a posteriores «hackeos«. Yahoo, sin embargo, no parece tener el más mínimo problema en colaborar: las informaciones disponibles hasta ahora hablan de contactos entre Yahoo con el FBI y la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), no sólo para permitir a éstos acceder a su base de datos sino que, supuestamente, habría llegado a preparar un software concreto para permitir a estas agencias filtrar más rápidamente. ¿Las razones? Seguridad y control de sospechosos. Técnicamente, esta posibilidad abierta de visualizar millones de e-mails de los usuarios de Yahoo se centra sólo en «extranjeros», centrándose únicamente en ciudadanos no americanos o no residentes en EEUU. Evidentemente, esa en esa descripción se incluye a toda la Unión Europea. Precisamente a principios de 2016 el gobierno norteamericano firmó un pacto con la Unión Europea, conocido como el Privacy Shield, que consistía precisamente en comprometerse a todo lo contrario a lo que se les acusa haber hecho con Yahoo: limitar su capacidad de acceso a datos de usuarios europeos, establecer reglas de tratamiento de datos, y ofrecer garantías de su cumplimiento. De ser ciertas las acusaciones, Yahoo podría ser llevada a los tribunales. Desde Yahoo, la respuesta se ha ceñido a un escueto «no creemos estar rompiendo ninguna ley«. Pero eso no parece del todo lo que está ocurriendo.
¿Hay más empresas colaborando?
Nada más Reuters, el portal de noticias internacional, destapó esta historia, las miradas no sólo han ido a parar a Yahoo, sino al resto de gigantes tecnológicos que controlan los datos de una gran mayoría de usuarios mundiales de redes sociales, mensajería o correo electrónico. ¿Cuál es su posición? Las respuestas no se han hecho esperar: tanto Google como Facebook, pasando por Microsoft o Twitter, todos han afirmado que no han recibido ninguna petición gubernamental para compartir ese tipo de datos, y que, aunque las recibieran, se negarían en rotundo a llevarlas a cabo. Una respuesta bastante previsible por otro lado, teniendo en cuenta que ninguna de esas empresas ha sido acusada.
La investigación está en marcha, y seguramente sabremos más con el transcurso de los días: Yahoo no puede mantenerse hermética y el FBI tendrá que dar cuenta de hasta dónde puede alcanzar su control, si no quieren que el pánico y la inseguridad se adueñen de los usuarios de Internet.