La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha anunciado que ha abierto una investigación para examinar las comunicaciones de datos entre WhatsApp y Facebook. El principal objetivo de la Agencia es tener en cuenta si la información personal de los usuarios de ambos servicios está repestando o no la legislación española actual de protección de datos. Si WhatsApp estuviera infringiendo la ley, serían los propios investigadores quienes analizarían qué tipo de información utilizada en WhatsApp es enviada a Facebook y con qué fin. También se tendría en cuenta los plazos de conservación de los datos, entre otros asuntos.
En primer lugar fue Alemania, después Reino Unido, y ahora le toca el turno a España. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha puesto en marcha una investigación que pretende analizar si la información personal transferida entre WhatsApp y Facebook cumple o no con la normativa vigente. La polémica arrancó el pasado mes de agosto, cuando WhatsApp actualizó su política de privacidad con nuevos términos. La compañía permite a Facebook tener acceso a ciertos datos de la aplicación, algo que no ha sido muy bien visto por los usuarios. La gota que colmó el vaso fue cuando WhatsApp obligó a los usuarios a aceptar los términos y condiciones para seguir usando la app. De este modo, todo aquel que quiera seguir haciendo uso del servicio tendrá que aceptarlos sí o sí.
Borja Adsuara, experto en protección de datos, ha comentado que el problema principal es que WhatsApp realizó cambios obligatorios en los términos y condiciones sin tener en cuenta la opinión de sus usuarios. Adsuara recuerda que ahora con el reglamento único europeo de Protección de Datos, que entró en vigor el pasado mes de mayo, es completamente necesario disponer del consentimiento expreso del usuario para poder utilizar sus datos. En primer lugar es primordial que nos informen sobre los datos exactos que se van a compartir, el tiempo que los van a guardar y para qué van a hacer uso de ellos. Después, teniendo en cuenta toda esta información, es el propio usuario el que debe decidir si da su consentimiento o no.
Una de las posibles soluciones a este problema, según argumenta el experto, es que siempre leamos los términos y condiciones antes de firmar, algo que nunca solemos tenemos en cuenta debido a lo extenso y denso del párrafo. Por su parte, las Agencias deberían vigilar que las empresas no incluyeran ninguna cláusula abusiva contra las que el consumidor no pudiera luchar. En cualquier caso, parece evidente que WhatsApp se aprovecha un poco de su éxito y de ser uno de los servicios de comunicación más populares y usados del planeta. Esto le hace tener cierto poder sobre los usuarios y controlar un poco lo que está a su alcance. Si a esto le sumamos que es propiedad de Facebook, que también controla una amplia cantidad de millones de personas, el resultado es una bomba de relojería. Seguiremos informando sobre este asunto, que parece que va a dar mucho que hablar.