El producto estrella de Lenovo en esta feria de tecnología ha sido, sin duda, el Lenovo Yoga Book. Un convertible o portátil dos en uno que se enfoca más al mundo de las tabletas que al de los ordenadores. Gracias a su sorprendente diseño, este dispositivo pasa desapercibido como si fuese una pequeña agenda de bolsillo. Sin embargo, en su interior encontramos toda la tecnología necesaria para trabajar, ver contenido de ocio o tomar notas gracias a sus dos pantallas.
Y es que el dispositivo está formado por dos tabletas unidas por la bisagra típica de Lenovo, que tiene forma de engranaje. Mientras que una de las tabletas ofrece una pantalla táctil de 10.1 pulgadas de diagonal y una resolución Full HD de 1920 x 1200 píxeles, la otra tableta está formada por un panel capacitivo que hace las veces de teclado táctil y de lienzo para escribir o dibujar sobre ella.
El Lenovo Yoga Book viene acompañado de un bolígrafo de tinta de Wacom que permite escribir sobre hojas encima del panel capacitivo. Automáticamente, la tableta reconoce cada trazo y lo digitaliza. En el momento que se desee, es posible hacer aparecer el teclado con solo pulsar un botón y teclear.
Este convertible llega a las tiendas en octubre en dos versiones. Una de ellas con sistema operativo Android 6.0 por un precio de 500 euros, y otra con Windows 10 Pro por 600 euros. Cuenta con una batería que lo dota con 15 horas de autonomía, sonido Dolby, un puerto USB tipo C, otro microHDMI y todo ello en un grosor que no llega a un centímetro entre las dos tabletas juntas. Como si fuera un sencillo bloc de notas con muchas más aspiraciones.
