La marca suiza de relojes Omega ha sido la responsable de cronometrar los tiempos oficiales de los Juegos Olímpicos en 26 ocasiones desde 1932. Y su búsqueda de la máxima precisión para las mediciones ha llevado a la marca a desarrollar una cámara especial que detecta cada mínimo detalle en la línea de salida y en la de meta. La Omega Scan O’ Vision se ha convertido también en un instrumento perfecto para la obtención de imágenes espectaculares de los atletas al principio y al final de las competiciones: una «foto finish» perfecta para determinar quién entra antes en meta, considerando diferencias de hasta milésimas de segundo.
La cámara que hace fotos perfectas en la llegada a la meta
El modelo actual de Scan O’ Vision de Omega se utilizó por primera vez en las Olimpiadas de Invierno de 2010, celebradas en Canadá. En concreto, el modelo actual (que recibe el nombre de Myria) es capaz de realizar hasta 10.000 escaneos por segundo para tener una imagen detalladísima de la sucesión de los hechos.
La cámara se sitúa exactamente en la línea de meta de las pruebas de atletismo, para que pueda captar desde arriba los momentos exactos de llegada a la meta de los deportistas olímpicos.
Pero esa impresionante capacidad de captura de imagen no es ni mucho menos la característica más llamativa. El modelo Myria utilizado este año, de hecho, se integra perfectamente en un sistema coordinado con unos sensores que pueden detectar las salidas en falso de los atletas. Se trata de un avance importantísimo, ya que hace años era necesaria la intervención de un juez ”“que solo podía fiarse de lo que hubiera captado con los ojos”“ para determinar si un deportista había salido antes de tiempo.
Las plataformas de Omega se colocan en la línea de salida, dando soporte a los pies de los corredores, y miden la fuerza ejercida por los pies de los deportistas un total de 4.000 veces por segundo: de este modo, cualquier irregularidad en la salida se detecta automáticamente. Como es lógico, todo el sistema está perfectamente sincronizado con la señal de salida para evitar problemas de descoordinación.
Esta precisión es especialmente importante para las pruebas de poca distancia (sobre todo la de 100 metros), ya que unas milésimas de segundo pueden marcar la diferencia entre una medalla u otra, o entre el podio y quedarse fuera.
Una «foto finish» perfecta
A partir de una captura de hasta 10.000 escaneos por segundo, la cámara de Omega construye una única imagen detallada de la línea de meta, para que los jueces puedan apreciar a simple vista qué atletas han llegado antes y así establecer de manera correcta el podio y la clasificación oficial.
Con un mecanismo similar se controlan las líneas de meta en las pruebas de natación. Queda claro, por tanto, que la tecnología de grabación y fotografía de alta precisión tienen muchas aplicaciones en competiciones deportivas, y los avances en las cámaras y sensores de Omega seguirán dando mucho de que hablar en las próximas ediciones de los Juegos Olímpicos a medida que lleguen nuevas ediciones de los distintos modelos.