Desplome. Esa es la palabra que mejor define las cifras de HTC para el primer trimestre de 2016. Los resultados económicos de la compañía no mienten. En un año, su cifra de ventas se ha reducido a casi un tercio, o lo que es lo mismo, han caído un 64% durante los meses de enero, febrero y marzo. Aunque en este periodo no entran las ventas del HTC 10 (presentado a mediados de abril) o las de sus gafas de realidad virtual HTC Vive, la espectacular caída deja muchas dudas sobre el futuro de esta compañía que cada vez tiene menos relevancia en el panorama de los móviles. ¿Estamos ante un nuevo caso Nokia?
Como decimos, los resultados económicos presentados por HTC no dejan mucho lugar a la interpretación. Durante los meses de enero, febrero y marzo, la compañía asiática consiguió unos ingresos de 400 millones de euros (14.800 millones de dólares taiwaneses), una cantidad que está un 64% por debajo de los 1.122 millones de euros (41.500 millones de dólares taiwaneses) del mismo periodo del año anterior. Es decir, prácticamente un tercio de las ventas que se consiguieron un año atrás. Pero además, la cifra conseguida tampoco resiste la comparación con las ventas conseguidas durante esta campaña navideña, con una caída de más del 40%.
Tampoco son mejores los números si nos fijamos en las cifras de beneficio de la compañía. Y es que esta caída en ventas también ha afectado a este punto, con unas pérdidas de unos 70 millones de euros. Mientras, durante el primer trimestre de 2015 HTC consiguió mantenerse en números positivos, aunque con unos beneficios prácticamente inexistentes. En cuanto a los beneficios por acción, en este caso se han producido unas pérdidas de algo más de tres dólares por acción. Precisamente, estos resultados ya se están dejando sentir en la Bolsa, con una caída en el valor de las acciones de HTC a estas horas que ya se sitúan en casi un 8%.
Así las cosas, las preguntas sobre la viabilidad de HTC a medio y largo plazo vuelven a despegar. Hace unas semanas la compañía presentó su nuevo HTC 10, un smartphone de gama alta con un buen conjunto de características. No obstante, la ausencia de un reclamo que lo diferencie de sus competidores se puede convertir en un gran lastre para sus ventas (o al menos, no nos parece que tenga ningún elemento determinante que lo pueda convertir en un superventas). Otra cosa son sus gafas HTC Vive. Pero el problema con la realidad virtual es que es un campo que solo empieza a despuntar ahora, y es difícil que consiga tener un impacto positivo en las ventas de la firma en poco tiempo. Además, tiene que hacer frente con la fuerte competencia de otras compañías que también están lanzando sus propuestas en este campo para convertirse en el referente del que puede convertirse en el nuevo campo de batalla del mercado de la tecnología.