Los automóviles más modernos no necesitan ninguna llave para funcionar. Incluyen un sistema de apertura y arranque remoto, sin llave de encendido. Es lo que se denomina PKES (Passive Keyless Entry and Start System). Para los ladrones, resulta fácil robar esos coches modernos, y pueden hacerlo limpiamente, sin necesidad de forzar la entrada, ni romper ningún cristal, e incluso desde una cierta distancia. Un club automovilístico alemán, llamado ADAC, acaba de demostrar lo sencilla que es la operación sin dejar un solo rastro. Sus expertos han realizado la prueba con 24 modelos de automóviles de 19 marcas distintas: Audi, BMW, Citroen, Ford, Honda, Hyuandi, Kia, Lexus, RangeRover, Renault, Mazda, Mini, Mitsubishi, Nissan, Opel, SsangYong, Subaru, Toyota y Volkswagen.
Anteriormente, unos investigadores suizos de la ETH de Zurich habían publicado un artículo sobre los problemas de seguridad que presentan esos sistemas PKES sin llaves, porque facilitan el acceso no autorizado a los automóviles. En su caso, lo demostraron con una decena de coches de distintas marcas. Para ello construyeron dos relés de bajo coste (uno cableado y otro inalámbrico) que retransmitía los mensajes entre el coche y la llave inteligente. Los relés son interruptores controlados por un circuito eléctrico, en este caso completamente independientes del sistema de seguridad del coche. Durante la investigación realizaron ataques de relé, que permitían abrir y arrancar el motor del automóvil colocando una antena a lado de la puerta del coche y otra cerca de la llave.
¿Qué medidas tomar para evitar el robo del coche? Los investigadores suizos apuntan dos medidas que puede adoptar el dueño de un automóvil con sistema de apertura y arranque sin llaves. Una es retirar la pila que alimenta la llave, así la emisión de radio UHF queda desactivada. De esa forma, la llave sólo se puede usar en el modo de batería agotada. Eso implica utilizar la llave física que está escondida dentro del mando inalámbrico de la llave. Para aquellos modelos que carecen de dicha llave física, el conductor deberá colocar la llave cerca del botón de arranque, por ejemplo. Así, el coche se podrá comunicar con la etiqueta pasiva RFID (de identificación por radiofrecuencia) integrada en la llave, que sólo funciona en un radio de muy corto alcance.
La otra media es apantallar la llave para evitar que pueda comunicarse con el coche. Por ejemplo, la llave se puede colocar dentro de una caja metálica protectora, que funcione como una jaula Faraday. A tales efectos puede bastar una pequeña caja de aluminio. También podría servir uno de esos monederos apantallados que impiden la lectura a distancia de las etiquetas RFID de algunos pasaportes o el lector NFC de ciertas tarjetas de crédito. De todos modos, los investigaciones de la ETH de Zurich reconocen que lo mejor es combinar ambas contramedidas, aunque resulte incómodo para el usuario.
Foto inferior: Department of Computer Science ETH Zurich
Y si no, al mecánico y decirle que quite esa mierda y que poonga la típica de siempre.
Esto si es noticia y sobre todo las más importantes.
P.D.: Estás comentado en demasiados artículos, fena??, quién puso esto??, el Partido Popular?