Cuando accedemos a Internet hay cierta información nuestra que puede quedar guardada en las webs que visitamos, por ejemplo nuestra IP, el nombre del equipo, algunos componentes hardware o, incluso, hasta nuestra dirección de correo. Hay ocasiones en las que necesitamos que nuestra información pública en Internet esté, en la medida de lo posible, protegida y segura, consiguiendo navegar desde el máximo anonimato posible. ¿Cómo conseguirlo?
El registro de nuestra información dependerá mucho de si la política de privacidad de datos (se encuentra dentro de los términos y condiciones de uso del servidor de la página a la que nos conectamos) es fiable o no. En muchas ocasiones las webs se ayudan de las cookies para obtener información del equipo o para enviar software malicioso. Lo cierto es que gracias a toda esta información que recopilan sobre nosotros, es posible personalizar aún más los datos recabados sobre los visitantes, registrando las páginas más visitadas, las preferencias, conexiones, tiempo de la visita, etc. Con todos estos elementos se pueden llevar a cabo los populares Perfiles De Usuarios De Internet, cada vez más detallados y precisos. Esta información, tan personal, puede adquirir un gran valor si va a parar a manos publicitarias (por ella se paga dinero a las webs). Básicamente, la información se emplea para spam, anuncios en otras páginas, envíos de correo, etc.
Teniendo en cuenta esto, ¿cómo podemos navegar de manera oculta por Internet? Existen varias formas.
Oculta tu dirección IP
La dirección IP es como nuestro DNI virtual, un número que queda registrado en todas las webs que visitamos. Existen algunos programas que nos dan la posibilidad de esconder nuestra IP en el momento que queramos. Uno de ellos es Hide my ass, que, como su propio nombre indica, nos «salva el culo» cuando queramos ocultarnos en la red. Este software oculta nuestra IP, pero también el historial, añadiendo un extra muy interesante de privacidad. Ese extra es usar una conexión segura (https://) en todas las webs que visitemos. De este forma, todas las contraseñas y datos que introduzcamos estarán perfectamente cifrados.
Otra opción es usar Tor, un servicio en auge desde hace varios años tras las revelaciones de espionaje de la NSA a millones de usuarios. Tor permite ocultar nuestra dirección IP, así como otros datos de importancia como la ubicación, creando páginas invisibles para navegadores como Google Chrome.
Usa una red privada virtual
Se trata de redes más seguras que las habituales, que hacen uso de protocolos de seguridad más avanzados, lo que pone más difícil el robo de información. Existen servicios que nos facilitan montar nuestra propia red VPN. Por ejemplo Hola.org, que ayuda de forma gratuita a ocultar el origen de las conexiones usando direcciones IP de otros países. Emplea la tecnología P2P para que todos sus usuarios sean partícipes en la navegación mejorando así la velocidad. Hay disponibles extensiones para Chrome y Firefox y tiene aplicación para Windows y Android.
También hay que destacar Spotflux, que crea una red privada gracias al uso de un servidor que hace de intermediario entre el ordenador e Internet. Esto va a repercutir en la mejora de nuestro anonimato, ya que no se envía a la red ninguna información de nuestro equipo. Tiene versiones gratuitas para Windows y Mac y para las plataformas iOS y Android previo pago de una suscripción.
Utiliza buscadores alternativos
Google es el buscador por excelencia, pero también supone un verdadero peligro si lo que queremos es ocultarnos en Internet. Si no quieres que ninguna empresa del sector rastree todo lo que buscas en la red puedes probar un buscador como DuckDuckGo. Puedes estar tranquilo: DuckDuckGo no recopilará tu información personal ni la compartirá con nadie. Su funcionamiento es muy simple. se trata de un motor de búsqueda híbrido, que utiliza la información de sitios públicos como la Wikipedia y su API se basa en la de motores de búsqueda como Yahoo! y Google. Utiliza su propio rastreador, pero no guarda la información del usuario.