La profecía se ha cumplido y las máquinas ya nos superan en número. Esta afirmación, que parece sacada del guión de Matrix, ya es una realidad, y es que a día de hoy se calcula que hay más teléfonos móviles en circulación que personas en nuestro planeta. 7.300 millones de móviles, que se dice pronto. La cantidad de basura electrónica que genera la filosofía del «usar y tirar» es un problema, sobre todo desde el punto de vista de la contaminación. Los materiales con los que están fabricados nuestros móviles contaminan y el ciclo de renovación es cada vez más corto, alimentado por la constante renovación de terminales con nuevas tecnologías y ese consumismo desmesurado que nos lleva a querer tener siempre lo mejor.
Según un estudio de la GSMA Intelligence, a finales de 2014, los móviles habían alcanzado los 7.200 millones y su ritmo de crecimiento ya era cinco veces más rápido que el de nosotros, los humanos que los usamos. Pero estamos en 2016 y, a día de hoy, ya son más de 7.300 millones los móviles en circulación -más que personas hay en el mundo, incluyendo niños y bebés. El ritmo de ventas también va in crescendo. En 2014 se vendieron 1.245 millones de terminales y el año pasado la cifra subió a 1.400 millones -a este ritmo, no es de extrañar que ya nos hayan superado en número.
Los datos nos llegan desde As Good As New, una plataforma que aboga por el consumo responsable en lo referente a la telefonía móvil, y es que el principal motivo de que los smartphones se multipliquen tan rápidamente tiene que ver con la obsolescencia programada, -ese gran invento de las marcas al que tan bien nos hemos acoplado. Según esta plataforma, el ciclo de vida de un smartphone es hasta cinco años superior al ciclo comercial. Las marcas renuevan sus móviles estrella anualmente, aunque la mayoría de usuarios suele estirarlos uno o dos años más, pero los fabricantes se encargan de que tengamos que cambiar de móvil lo antes posible. Los que no caen en la trampa de la renovación anual, al final tienen que pasar por el aro porque la versión del sistema se ha quedado obsoleta y no pueden instalar ciertas aplicaciones.
La propuesta de As Good As New consiste en vender móviles de segunda mano que han sido revisados y puestos a punto, ofreciendo una garantía de hasta 30 meses y con precios más económicos (habitualmente un 30 o un 40% menos de su precio original). No es una fórmula nueva, de hecho hay marcas como Apple que venden productos usados con garantía, es lo que se conoce como refurbished. Sin embargo, el mercado de segunda mano sigue viéndose con malos ojos y preferimos comprar algo nuevo antes que arriesgarnos a adquirir un terminal que ha sido usado previamente, aunque funcione perfectamente. Lo que está claro es que si el modelo no cambia, el número de terminales seguirá aumentando de la misma forma imparable que lo llevan haciendo en los últimos años.