Samsung Gear S2, lo hemos probado

Elegante, práctico, versátil… Son adjetivos que casan muy bien con el Samsung Gear S2. Un reloj que abandona la opulencia del Samsung Gear S y su diseño con pantalla de 2 pulgadas para volver a un formato más compacto y fácil de llevar en la muñeca. Dentro de su pantalla circular de 1,2 pulgadas encontramos un buen puñado de funciones para facilitarnos la vida: sensores para ponernos en forma, notificaciones del móvil, agenda, alarmas o incluso estar al tanto de las últimas noticias que agitan el mundo. Todo ello con un manejo realmente intuitivo a través de su pantalla táctil y de la rueda giratoria que rodea la esfera. El Samsung Gear S2 se coloca entre los gadgets más interesantes que nos ha dejado el 2015. Su precio es de 350 euros para el modelo sport y 380 euros para el modelo clásico. Hemos tenido la ocasión de probar en profundidad el modelo clásico, te contamos nuestras impresiones.

Una interfaz impecable

Nunca me he encontrado cómodo con un reloj en la muñeca. Y el hecho de añadirle funciones inteligentes (más o menos útiles) tampoco habí­a supuesto hasta ahora una diferencia. Pero el Samsung Gear S2 es el primer reloj inteligente que querrí­a llevar conmigo a todas partes. Y gran parte de esta excelente sensación que nos ha dejado el reloj se debe a su interfaz. El Gear S2 se basa en tres ejes para controlarlo. Por un lado, tenemos la propia pantalla táctil, que responde con mucha finura a la presión a pesar de su tamaño reducido. Por el otro, se incluyen dos botones en el lateral de la esfera para retroceder en los menús y encender la pantalla. Pero sobre todo, nos encanta el uso que se le ha dado a la rueda que rodea la esfera. Todo gira en torno a la idea del cí­rculo. Así­, las distintas pantallas aparecen como si formaran parte de una rueda que podemos girar hasta encontrar la correcta. Y las propias aplicaciones se nos muestran en pequeños iconos circulares situados de forma concéntrica. Con el giro de la rueda llegamos muy rápido a cualquier opción que estemos buscando.

Además, esto se combina con un aspecto muy limpio y atractivo de la interfaz que engancha desde el primer momento. Samsung utiliza su sistema Tizen y lo ha pulido de forma muy interesante. Los usuarios pueden disfrutar de una serie de pantallas principales que funcionan de una forma similar a los «widgets» en Android. Es decir, desde la configuración del reloj podemos elegir cuáles queremos que aparezcan como pantallas principales. Por ejemplo, inmediatamente a la izquierda de la pantalla principal con la hora se coloca el panel de notificaciones. A la derecha tenemos un panel con acceso rápido a los ajustes, al asistente de voz S Voice, a los contactos preferidos o al panel de apps. Otras opciones interesantes son el panel del podómetro (para saber el número de pasos diarios que llevamos), las citas del dí­a, el control de la música o el clima de una ciudad (o nuestra ubicación actual usando el GPS del móvil).

Como viene siendo habitual, la personalización también tiene una importancia clave con la opción de «vestir» la esfera de nuestro reloj con numerosos skins de todo tipo. Algunos con aspecto moderno, otros con diseño analógico. El control a través de S Voice resulta bastante intuitivo ya que la compañí­a ha desarrollado mucho esta herramienta en los últimos años. El acceso a la mayorí­a de las caracterí­sticas ni siquiera requiere que recordemos los comandos concretos. Todo ello se remata con una fluidez muy buena en el acceso a los menús y las apps a través de su procesador de doble núcleo.

Un buen conjunto de apps

El Samsung Gear S2 nos llega con un excelente equilibrio entre las apps propias de Samsung y las propuestas de terceros. Sin duda, uno de los aspectos fundamentales de un smartwatch está en recoger las notificaciones del móvil. En este caso, podremos leer todo tipo de notificaciones de apps como WhatsApp, Facebook, Twitter, los correos electrónicos, las llamadas perdidas o los mensajes, entre otros muchos. Una de las ventajas del Gear S2 es que no sólo podemos leer las últimas notificaciones recibidas en el WhatsApp, sino también remontarnos atrás en la conversación abierta para revisar lo que se ha dicho. En el WhatsApp tenemos la opción de responder de forma rápida con respuestas predefinidas o emoticonos. El funcionamiento de las notificaciones es bueno, aunque en ocasiones hemos experimentado algún retraso a la hora de recibir los avisos.

Otra función que nos puede dar mucho juego es la del calendario. Resulta muy útil poder revisar nuestras citas del dí­a directamente en el reloj o conocer cómo se presenta la semana. Eso sí­, echamos en falta poder añadir nuevas citas en el calendario como en anteriores generaciones (al menos, cuando lo hemos intentado se ha presentado un mensaje «No se pueden añadir citas al calendario»). También se incluye una sencilla app para controlar la reproducción de música en el terminal, una app para acceder a la galerí­a, alarma y acceso directo al correo. Por cierto, se trata de la propia app de correo de Samsung, no de Gmail. Tampoco hay que desdeñar la importancia de la app de mapas de Samsung con tecnologí­a Here de Nokia, una aplicación que nos ayudará a movernos y encontrar una determinada dirección y que viene preinstalada por defecto.

Dentro de las apps de terceros que más nos han llamado la atención está Nike Running (que tratamos en el siguiente apartado), una app curiosa llamada Xenozu que sirve para ver ví­deos de YouTube (aunque hay que reconocer que su rendimiento deja bastante que desear) o GearTorch, que ilumina la pantalla del reloj para convertirlo en una improvisada linterna en momentos de necesidad. Uno de los pocos peros que se le puede poner a este reloj es que ya no es posible contestar llamadas directamente desde el reloj (se puede iniciar o responder una llamada pero hay que hablar desde el teléfono).

Apps para mantener la forma

Uno de los aspectos que más se ha cuidado en este dispositivo es la app S Health de Samsung para ponerse en forma. Desde aquí­ haremos uso de sensores como el podómetro, para medir los pasos que se realizan o las carreras. También contamos con un sensor de frecuencia cardí­aca para controlar el pulso en diversos momentos (en reposo, durante el ejercicio, al terminar la sesión de actividad fí­sica). O un control de la calidad de sueño con las horas que dormimos. Al final, el reloj mantiene un recuento del tiempo que andamos al dí­a y que hacemos carrera, la distancia recorrida y el número de calorí­as quemadas. Tanto el aspecto como las funciones se han pulido mucho para crear una app realmente atractiva.

A pesar de este esfuerzo por desarrollar su propia app de ejercicio, Samsung no ha cerrado las puertas a otras alternativas de peso como Nike Running (algo que es muy de agradecer). Esta aplicación funciona de manera conjunta con la app del mismo nombre que habrá que instalar en el teléfono y que cuenta con un buen número de usuarios a lo largo de todo el mundo.

Diseño elegante y pantalla circular

Nosotros hemos probado el modelo deportivo con correa de plástico y un diseño más moderno y algo más desenfadado. Aunque me decanto más por el modelo clásico, lo cierto es que se trata de un diseño muy bien conseguido con un peso ligero (42 gramos) y que sienta muy bien en la muñeca. Las medidas de este equipo se sitúan en los 39.9 x 43.6 x 11.4 milí­metros. En el campo de la pantalla, tenemos un panel Super AMOLED de 1,2 pulgadas con resolución de 360 x 360 pí­xeles. Pero más allá de su resolución, los grandes puntos fuertes de este panel están en su excelente respuesta táctil, en el alto brillo que alcanza y en la viveza del color. Son detalles que no suelen destacar mucho en la lista de especificaciones técnicas pero que a la hora de usar el dispositivo marcan la diferencia.

Conexiones y autonomí­a

El Samsung Gear S2 se sincroniza con el dispositivo móvil (a partir de Android 4.4 KitKat) a través de su conexión Bluetooth de bajo voltaje. Además, en el caso de que la conexión con el móvil se pierda el reloj es capaz de buscar las conexiones WiFi disponibles y conectarse a ellas para poder mostrar diferentes informaciones como por ejemplo el clima. La última de las conexiones es NFC, pensada para que los usuarios aprovechen el reloj a la hora de hacer pagos en comercios compatibles. En cuanto a la autonomí­a, el Gear S2 utiliza una baterí­a de 300 miliamperios. En nuestras pruebas del dispositivo nos ha dado para alrededor de un dí­a y medio y dos dí­as con la carga completa y un uso habitual para leer notificaciones y usar apps de forma esporádica. Por cierto, la carga se lleva a cabo por medio de una base magnética con salida MicroUSB a la que se «engancha» el reloj.

Precio y opiniones

El Samsung Gear S2 tiene un precio de 350 euros (el modelo clásico sube hasta los 380 euros). En definitiva, por caracterí­sticas, calidad de la interfaz y diseño es el mejor reloj inteligente que he probado hasta la fecha. Un accesorio muy completo que empieza a vislumbrar la madurez de este mercado, y que sin duda cubrirá la mayorí­a de tus expectativas. Para que este reloj fuera prácticamente perfecto, habrí­a que añadirle (en mi opinión) la capacidad de realizar y recibir llamadas (una caracterí­stica que desaparece frente al Samsung Gear S) y mejorar la autonomí­a, que es uno de los puntos en los que todaví­a se tiene que trabajar bastante en los smartwatches. Por lo demás, un equipo de primera lí­nea que recoge el buen hacer de Samsung como uno de los grandes pioneros en el mundo de los relojes inteligentes.

Samsung Gear S2

Pantalla

Diseño

Cámara

Multimedia

Software

Potencia 

Memoria

Conexiones

Autonomí­a

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Precio 350  Modelo sport

Precio 380 Modelo clásico