Tener una tarifa de datos escueta ya no tiene por qué ser un límite al uso de aplicaciones y funcionalidades en el móvil. Y es que los usuarios Android ahora cuentan con una aplicación muy interesante capaz de reducir el consumo de MB para no tener que preocuparse por los límites ni los gastos extra. Se llama Opera Max, y llega de la mano de los creadores del navegador Opera. Una herramienta sencilla y muy vistosa para ahorrar datos en terminales Android.
Consiste en una aplicación capaz de reducir el consumo de datos de nuestro móvil, pero sin recortar en funciones, de forma totalmente pasiva. Esto lo consigue al redirigir el tráfico de la conexión a través de sus servidores, comprimiendo en éstos las imágenes, de los vídeos y el resto de elementos de las páginas web y de diversas aplicaciones.
Basta con acceder al menú principal tras un tiempo de uso para ver cómo está funcionando. Después de haberla activado es posible ver una línea de tiempo con todas las aplicaciones que se han estado usando en el móvil. Además especifica si ha sido a través de WiFi o de Datos.
De esta forma es posible ver qué aplicaciones están haciendo uso de la conexión a Internet y cuántos datos de consumo están generando. También muestra cuántos datos ha conseguido ahorrar Opera Max en cada una de estas aplicaciones. Todo ello bien resumido en la parte superior de la pantalla principal, donde repasar qué aplicación es la líder en ahorro, cuántos datos se han conseguido ahorrar en total y todos los datos consumidos. Pero lo bueno es que no sólo permite consultar toda esta información, también permite el bloqueo de aquellas aplicaciones menos eficientes, asegurando así que sólo se utilicen en redes WiFi para evitar el sangrado de datos.
Otro punto interesante de esta aplicación es que permite el ahorro incluso en redes WiFi. Esto está enfocado no ahorrar datos, sino a agilizar el uso de las aplicaciones. Y es que, al comprimir los contenidos se cargan más rápido. Eso sí, a cambio se sacrifica definición y calidad en vídeos, fotos y sonidos. Un mal que hay que pagar si se desea ahorrar.