Sennheiser RS 165, RS 175, RS 185 y RS 195, auriculares de calidad sin cables

Sennheiser acaba de lanzar una nueva gama de auriculares inalámbricos que ofrecen una alta calidad de sonido. Todos ellos funcionan sin cables, gracias a un transmisor que además actúa como cuna de recarga. Son el Sennheiser RS 165, el Sennheiser RS 175, el Sennheiser RS 185 y el Sennheiser RS 195. Todos ellos son muy cómodos, y permiten realizar escuchas moviéndose dentro de casa. Sus precios oscilan entre los 400 euros del modelo más avanzado hasta los 200 euros de más sencillo. Todos ellos transmiten el audio de forma inalámbrica usando la banda de los 2,4 GHz, con un alcance máximo de 100 metros, sin obstáculos, excepto el caso de los RS 165, que se quedan en 30 metros. Los auriculares se alimentan con dos baterí­as recargables de ní­quel metal hidruro (NiMH) de tipo AAA, que vienen suministradas.

Las baterí­as se cargan de energí­a mientras los auriculares están colocados sobre el transmisor, que funciona como base. En todos los modelos de la gama, la autonomí­a máxima es de dieciocho horas de uso. Estos auriculares de Sennheiser se pueden llevar de viaje a cualquier parte, ya que están equipados con cuatro adaptadores de corriente, que son válidos para Reino Unido, el resto de Europa, Estados Unidos y Australia. El transmisor además incluye diversos controles, para el volumen y otras funciones, aparte de incorporar varios conectores de entrada de audio. En cuanto a los auriculares, todos cuentan con unas suaves almohadillas y una diadema ajustable. Su diseño es bastante ergonómico y resultan cómodos durante largas sesiones de escucha.

Estos nuevos auriculares trabajan con una amplia respuesta de frecuencias bastante amplia, que va desde 17 a 22.000 hertzios (salvo en los RS 165, que van de 18 a 21.000 Hz). Los Sennheiser RS 195 están pensados para ver la televisión y escuchar música. Son unos circumauriculares de diseño cerrado, que pesan 340 gramos. Ofrecen una sensibilidad de 117 decibelios. Aunque el usuario se mueva por las habitaciones, la latencia es mí­nima. Además es posible activar varios modos de escucha, según las necesidades personales. Uno de ellos sirve para conseguir diálogos más claros y aumentar su inteligibilidad. En el transmisor hay una entrada de audio digital óptica y una entrada auxiliar con conector minijack (3,5 mm). Cuestan 400 euros.

Los Sennheiser RS 185 son especiales para la música (350 euros). También son circumauriculares pero abiertos. El usuario puede ajustar el balance y el nivel de la entrada de audio. En el transmisor hay una entrada de audio digital óptica y una entrada análogica estéreo (RCA).

Los Sennheiser RS 175 pesan 310 gramos y están afinados para la música y para las pelí­culas. El usuario puede activar un modo de sonido envolvente virtual. Tiene igualmente a su disposición una función de refuerzo de graves. Cuestan 250 euros, y en el transmisor hay una entrada de audio digital óptica y una entrada auxiliar (3,5 mm); se puede saltar de una fuente a otra.

Finalmente, los Sennheiser RS 165 están a la venta por 200 euros. Al igual que los RS 175, con un diseño cerrado y circumaural. Con un peso de 300 gramos, son los más livianos. El transmisor tiene una entrada de audio auxiliar (3,5 mm).