La moda de los móviles flexibles se está acercando a nosotros peligrosamente. Hace apenas unos años, hablábamos de pantallas blandas para los smartphones del futuro. Hoy todavía no podemos encontrar este tipo de paneles en las tiendas, pero lo cierto es que las pantallas más o menos flexibles han llegado de la mano de LG con el LG G Flex y de Samsung, con el popular Samsung Galaxy Edge. No contenta con los nuevos productos que ya tiene en el mercado, parece que esta última estaría interesada en dar a conocer al gran público un teléfono verdaderamente flexible. Lo sabemos porque Samsung acaba de registrar una patente en la que se presenta un teléfono flexible, pero también súper resistente. Se trataría, de hecho, como una especie de Samsung Galaxy Active que también sería capaz de contorsionarse. Esto es, al menos, lo que muestran los gráficos publicados.
El nuevo dispositivo de Samsung con pantalla flexible, también sería lo que denominaríamos «un teléfono robusto», preparado para resistir a elementos tan dañinos como el agua o el polvo, pero también para soportar los golpes y arañazos que pueden llegar a producirse en los entornos más extremos: hablamos de espacios de trabajo con condiciones climáticas o ambientales poco propicias o entornos naturales de riesgo, normalmente frecuentados por personas que suelen hacer deporte al aire libre. Tal como se muestra en el gráfico superior, el nuevo dispositivo de Samsung tendría una pantalla flexible y además, contaría con un material protector instalado en ambos lados, lo que podría resultar ideal para proteger el teléfono de caídas accidentales. En este caso, además, las flexibilidad sería completa, porque no estaríamos hablando de una pantalla que se extendería hacia los lados, no. Esta permitiría disfrutar de un teléfono completamente flexible, capaz de permanecer de manera indistinta en una posición recta o curvada.
Además, se espera que este mismo teléfono esté equipado con distintos elementos que permitan su uso en entornos que definiríamos como «poco delicados». Por ejemplo, un clip que pueda anclar el teléfono a la ropa de trabajo o de deporte del usuario, sin necesidad de que el usuario tenga que llevar brazaletes o atuendos especiales. Quién sabe si este mismo equipo, al ser flexible, podría viajar a todas partes recubriendo la muñeca del usuario.
De momento no hay más datos que puedan orientarnos acerca de la utilización de esta patente para desarrollar un dispositivo real que pueda llegar al gran mercado. No obstante, y teniendo en cuenta que Samsung ha sido una de las firmas pioneras a la hora de presentar ante el gran público dispositivos con pantallas flexibles, no nos parecería extraño que este dispositivo pudiera terminar llegando al mercado.