Los fabricantes de automóviles investigan numerosas alternativas para conseguir el coche fantástico del futuro. Actualmente, de lo que más se habla es de los automóviles que se conducen solos. Sin embargo, no todos los proyectos en curso están centrados en ese tema. Ford mantiene un centro de I+D (investigación y desarrollo) en Silicon Valley. Allí el fabricante estadounidense está llevando a cabo veinticinco experimentos de movilidad. Uno de ellos está dedicado al control a distancia de automóviles, utilizando componentes estándar que están a la venta en las tiendas. Dentro del grupo de investigadores de este proyecto se encuentra el ingeniero de software Sudipto Aich, que se encarga de probar esa tecnología que permite conducir un coche a miles de kilómetros de distancia usando una conexión a Internet a través de redes de comunicaciones móviles 4G LTE.
El equipo empleado consta de un ordenador de sobremesa, tres monitores y un periférico para videojuegos formado por un volante y tres pedales de la marca Logitech. Basta con pisar el acelerador para empezar a conducir un carrito de golf que está situado en un aparcamiento en el campus de la Universidad Georgia Tech en Atlanta. 3.862 kilómetros de distancia separan el cochecito del conductor, que está sentado en Silicon Valley, California, tal y como muestra un reciente reportaje publicado en la revista Wired. El ingeniero de Ford, Sudipto Aich, es capaz de manejar el carrito de golf de forma remota, aunque hay un equipo de personas en el aparcamiento de Atlanta preparadas para hacerse cargo del vehículo si la conexión móvil se interrumpe.
Esta solución de control a distancia para automóviles presenta varias ventajas frente a aquellas alternativas de coches que se conducen solos. Al final es un ser humano el que está detrás del volante, aunque sea a distancia. De ese modo, no hay que confiar en un programa informático que maneje el vehículo de forma autónoma. Otra gran ventaja es su bajo coste, porque emplea componentes estándar, como el periférico de videojuegos de Logitech, cuyo precio ronda los trescientos euros. Todos los sensores colocados en el vehículo también son estándar. Además resulta fácil instalar los controladores en los modernos vehículos eléctricos, como los carritos de golf, donde no hace falta ningún mecanismo para girar el volante ni activar el acelerador y los frenos.
Entre las posibles aplicaciones de esta tecnología de conducción de automóviles a distancia de Ford figuran las empresas de alquiler de coches, para poder mover los vehículos dentro de sus aparcamientos. También se podría emplear en servicios de alquiler de conductor o para que los hijos conduzcan el coche de sus padres ancianos para que lleguen bien a su casa.
Ford pretende completar veinticinco experimentos a lo largo de este año 2015, de los cuáles ocho (incluyendo éste de control a distancia) se van a celebrar en Estados Unidos, nueve en Europa y ífrica, siete en Asia, y uno en Sudamérica.
Fotos: Wired
