La realidad virtual es una tecnología que ya hemos tenido muchos años entre nosotros. Una propuesta con un infinito mundo de posibilidades que hemos podido saborear en películas o libros, pero que todavía no se ha visto reflejado del mismo modo en el día a día. No obstante, ese futuro está cada vez más cerca, y Samsung nos ha dado una muestra de lo que puede dar de sí esta tecnología en los colegios y universidades. A través de las gafas de realidad virtual Samsung Gear VR, pudimos disfrutar de un paseo virtual por el cielo de New York y de una agradable travesía en góndola. ¿Y qué tiene que ver con la educación?
Todavía hay un largo camino por delante en el desarrollo de los contenidos para estas gafas virtuales. Pero la propuesta va quedando cada vez más clara. Una vez el alumno se colocara las gafas, entraría en un mundo completamente nuevo. Imagina al joven estudiante o no tan joven) visitando el interior de una catedral, con la capacidad de mirar a todos lados sin moverse del asiento, como si de verdad estuviera ahí. O que pudiera bucear en el interior de una célula para comprender sus partes (ojalá hubiera vivido esto cuando me tocaba aprender el retículo endoplasmático rugoso en clase de Biología). O conocer las constelaciones caminando entre las estrellas.
Ahora llega el paso crucial. El verdadero reto al que se van a enfrentar este tipo de propuestas es la capacidad de interactuar con esos contenidos que se están viendo. Como por ejemplo poder ver un rótulo con cada elemento importante de la catedral cuando fijamos la vista en ella, o iniciar con un determinado movimiento el ciclo celular. Las opciones son ilimitadas. En nuestro caso, disfrutamos de un tour tanto por los cielos de New York (desde un helicóptero) como un paseo en góndola por los canales de Venecia. Una bonita experiencia que nos permitió mover la cabeza en todas las direcciones e incluso tener cierta sensación de vértigo por el realismo de la escena.
Uno de los principales problemas a los que se tienen que enfrentar estas propuestas es el alto coste de la tecnología, sobre todo a la hora de crear contenidos. Cada uno de los contenidos como uno de los tours que vimos se puede situar fácilmente en los 30.000 euros, una cantidad muy notable que requiere una importante inversión. Claro que si esta tecnología se populariza pronto podría descender de forma más que notoria el coste. Así las cosas, las gafas Samsung VR de realidad virtual están pensadas para funcionar junto al smartphone Samsung Galaxy Note 4, que se acopla en el propio dispositivo. Una vez puestas, contamos con un ángulo de visión de 96 grados y la capacidad de mover la cabeza en todas las direcciones para poder ver todos los detalles de la escena. Todo ello con varios sensores para potenciar la interacción como acelerómetro, girómetro, sensor geomagnético y sensor de proximidad. Las gafas Samsung Gear VR llegarán en las próximas semanas a España por un precio que podría situarse en los 200 euros (ya están disponibles en EEUU).
