Sony ha presentado su kit de desarrollo de software (SDK) para todos aquellos que deseen desarrollar aplicaciones para sus gafas inteligentes SmartEyeglass. El dispositivo se sincroniza con terminales Android y funciona a través de apps de la plataforma. Las SmartEyeglass saldrán a la venta a finales de marzo pero todavía no sabemos el precio exacto de las mismas.
Desde que las Google Glass se presentaron al público, no han sido pocos los que dicen que cuando se las prueban no se ven demasiado atractivos. Desafortunadamente, a medida que los competidores en este sector van aumentando, nos estamos dando cuenta que, posiblemente, las gafas inteligentes de la compañía de Mountain View son uno de los mejores diseños posibles de smartglasses hasta el momento.
Mientras que las Google Glass cuentan con un diseño relativamente simple, las Sony SmartEyeglasses vienen con una montura mucho más llamativa que las de su rival. Pero su estética ayuda a ocultar todos los sensores que llevan incorporados: un acelerómetro, un giroscopio, una brújula electrónica, un sensor de luz ambiental y una cámara de 3 megapíxeles, para que puedas tomar todas las fotos que quieras.
La pantalla tiene un nivel de transparencia del 85 por ciento, y un brillo de 1000 cd/m2. Además, la cámara puede capturar vídeo en VGA, con una resolución de 640 x 480 píxeles y con la posibilidad de reconocimiento facial.
Además, Sony ha añadido una batería externa para la autonomía, que tendrá que ir enganchada a la ropa del usuario, junto con un micrófono. Tal y como cuentan sus propios creadores, todo el terminal está diseñado entorno a la duración de la batería, para que podamos contar con más horas de uso del dispositivo. Aparte de este detalle, la diferencia clave entre este dispositivo y las Google Glass es que las de la compañía japonesa utilizan una pantalla monocromática verde para para ahorrar en colores y proyectores de imagen.
Con ellas podrás recibir todas las notificaciones que lleguen a través de tu smartphone, así como mandar mensajes o llamar y recibir llamadas. Por eso, en cuanto a funciones, puede que sean muy parecidas a las Google Glass. De todas formas, para que estos wearables triunfen, las dos compañías tienen que superar un par de requisitos: seguir mejorando el desarrollo técnico de las mismas y el estigma social que ocasiona llevar un dispositivo raro que no se está acostumbrado a ver.
El potencial es visible, ya que es un dispositivo inalámbrico que permite navegar por Internet o tomar fotos sin necesidad de utilizar las manos. Sin embargo, ni si quiera los propios programadores saben muy bien cómo van a utilizarlas en un futuro cercano. De hecho, el gran debate es si se serán más útiles en un entorno doméstico o en uno de trabajo.
Por el momento, tendremos que esperar para ver qué aplicaciones incorporarán las SmartEyeglass.
