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Parece que fue ayer, pero el smartphone está de celebración. El primer teléfono inteligente, el IBM Simon Personal Communicator, cumple veinte años. Este terminal salió a la venta en Estados Unidos el 16 de agosto de 1994 y significarí­a el comienzo de un gran avance en el mundo de la tecnologí­a.

Naturalmente, y como ocurre con casi todos los grandes descubrimientos, el término no existí­a por aquel entonces. IBM vendió cerca de 50.000 unidades del dispositivo, una cantidad que en la actualidad nos parecerí­a catastrófica. El equipo era capaz de operar dentro de una red que cubrí­a quince de los 50 estados de Estados Unidos, una cifra nada despreciable si tenemos en cuenta que el equipo se creó hace veinte años.

El IBM Simon destacó principalmente en el sector de las empresas. Este smartphone ofrecí­a aplicaciones muy útiles para este mercado, como el Calendario, para gestionar tus propias citas, así­ como la posibilidad de conectarse a una máquina de fax. Asimismo, contaba con un software de diseño gráfico para poder dibujar a mano alzada y una app de correo electrónico, que sólo funcionaba si estaba sincronizado con un ordenador. Contaba con otras aplicaciones más sencillas como una agenda de contactos, reloj y calculadora. Además, podí­a realizar y recibir llamadas, ¿Qué más se podí­a pedir?

El hardware del dispositivo incluí­a una pantalla LCD monocroma de 4,5 pulgadas a una resolución de 160 x 293 pí­xeles, de color verde, y un bolí­grafo stylus para poder gestionar todas las apps que incluí­a. El teléfono inteligente contaba con un software propio de IBM llamado Navigator, que supuso una revolución para la época.

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El peso del equipo al completo era de 510 gramos (esta cantidad es la que pesan, aproximadamente, las tabletas de diez pulgadas de hoy en dí­a), medí­a 23 centí­metros de longitud y tení­a un grosor de 6 centí­metros. La verdad es que las dimensiones para la época eran todo un logro, aunque si las comparamos con las de ahora nos dejarí­an con la boca abierta.

La duración de la baterí­a de terminal no llegaba ni si quiera a una hora y su precio de venta era de 675 euros. Hoy costarí­a unos 1.050 euros, si tenemos en cuenta la inflación. A pesar de que la compañí­a lo bajó de precio hasta llegar a los 550 euros parece que no le sirvió de mucho y acabó retirando del mercado las pocas unidades que le quedaban.

El IBM Simon disponí­a de una ranura para introducir tarjetas PCMCIA que podí­a incluir aplicaciones de terceros, como mapas, hojas de cálculo y juegos. Estas apps también se podí­an descargar a la memoria del teléfono inteligente, lo que era todo un avance.

A pesar de su escaso éxito, seguramente el terminal inspiró a otros fabricantes en términos de diseño. Precisamente su estética era similar a la de un ladrillo, un término que se ha utilizado posteriormente, a modo de broma, para designar a este tipo de teléfonos tan grandes y pesados.

La verdad es que si echamos la vista atrás nos damos cuenta de cuánto ha evolucionado el sector de la telefoní­a móvil. En definitiva, ¡Feliz cumpleaños smartphone!

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