Los cumpleaños son un evento recurrente en nuestras vidas del que siempre nos gusta guardar buenos recuerdos y, sobre todo, si los protagonistas de esta celebración son los más pequeños de la casa. Este artículo va dirigido a los padres que quieran ser más que unos meros espectadores de las fiestas de sus hijos y es que, continuación presentaremos 7 consejos muy útiles para hacer mejores fotografías de cumpleaños y conseguir unos resultados creativos que nos ayuden a recordar estos momentos tan especiales, evitando los fallos técnicos que puedan arruinar nuestras instantáneas.
Comprueba el equipo
Este consejo se aplica para todas las ocasiones en las que queramos hacer fotografías: Tener el equipo en buenas condiciones es una prioridad y para ello deberemos comprobarlo antes de salir de casa. Habrá que verificar que las baterías estén cargadas, las tarjetas de memoria, vacías y los objetivos, limpios. Si el cumpleaños se celebra en una casa y, por lo tanto en condiciones de poca luz, puede ser muy útil llevar además un trípode y un flash.
Ajusta el balance de blancos
Es muy diferente disparar en exterior o en interior. Si no tenemos bien configurado el balance de blancos, las fotos pueden salir demasiado azules o anaranjadas. Para evitarlo, ajustaremos en balance de blancos acorde a la estancia donde se va a desarrollar el cumpleaños. Podremos elegir entre los balances de blancos predeterminados de nuestra cámara o ajustarlo manualmente. Si disparamos en formato RAW esto no será un problema ya que podremos editarlo a posteriori.
Adopta la perspectiva de un niño
El error que se suele cometer haciendo las fotos de este tipo de eventos es que se tiende a hacer las fotos desde la perspectiva de un adulto. Sin embargo, las fotos de niños quedan mucho mejor si hacemos el esfuerzo de ponernos en cuclillas e intentamos capturar a los niños a la altura de sus ojos. El resultado que obtendremos será mucho más atractivo y original. Asimismo, lo que más importa es intentar no sacar siempre fotos desde la misma posición para que no sean repetitivas, así, intentaremos jugar con diferentes posiciones, desde tirados por el suelo, hasta subidos en una silla y adoptando encuadres torcidos que le darán un toque creativo a nuestras capturas.
Prueba diferentes distancias focales
Tener un manejo rápido de la cámara que estemos utilizando es muy importante en este tipo de celebraciones en las que ocurren momentos irrepetibles como, por ejemplo, el de soplar las velas o el de abrir los regalos. También tendremos que jugar con diferentes distancias focales y de forma rápida para captar cada momento desde diferentes perspectivas. Para ello utilizaremos focales cortas para captar el ambiente y largas para centrarnos en los detalles, jugando también con el desenfoque.
Utiliza el flash adecuadamente
Si disponemos de un flash externo (lo que es muy recomendable), debemos evitar que apunte directamente a la cara de los niños que estamos fotografiando. Corremos el riesgo de que sus rasgos salgan demasiados endurecidos y de que la foto pueda salir sobre-expuesta y, por lo tanto, que en algunos lados no se disponga de información para poder arreglarla después, en la edición. Un buen consejo es hacer que el flash rebote sobre el techo o una pared cercana para conseguir un efecto de iluminación más equilibrada.
Evita los posados
Estos pueden ser muy útiles para recordar a toda la gente que estuvo en la celebración, sin embargo, el resultado que conseguiremos será muy repetitivo y, por lo tanto aburrido. Para evitarlo, nuestro consejo es intentar captar a todos los invitados sin que se den cuenta, intentando pasar desapercibidos y captar así su naturalidad.
Utiliza el disparo en ráfaga
Este modo de disparo lo tienen todas las cámaras réflex y algunas cámaras compactas en modo manual y es muy útil para captar los momentos más importantes de la celebración que, desgraciadamente, pasan demasiado deprisa. Utilizando el modo ráfaga nos aseguraremos de tomar las capturas suficientes para que, al menos, una de ellas valga para recordar el momento.