Hace menos de un mes, Jenaro García, CEO de Gowex, confirmaba haber falseado las cuentas de la empresa. Ahora, gracias a un reportaje de El País, nos enteramos de que podría haber otra compañía española haciendo lo mismo. Según este medio, Salvador Martí, máximo responsable del sistema de reconocimiento facial FacePhi, podría haber engordado la lista de clientes de su entidad para conseguir que otros negocios invirtieran o contrataran los servicios de su firma.
Martí realizó su gran salto al mundo tecnológico en 2009, cuando afirmó haber colocado su sistema F7 en el mismísimo Empire State Building de Nueva York. Ese mismo año, Cristina Garmendia, por aquel entonces ministra de Ciencia, le otorgaba el premio a la mejor startup innovadora en España. Sin embargo, en el edificio estadounidense afirman no conocer a F7 ni a la firma que le sucedió, FacePhi. Según unas declaraciones recogidas por El País al responsable de tecnología del Empire State Realty Trust, Chris Blackman, aseguran no tener ese sistema en el rascacielos.
Salvador Martí no tiene estudios de informática, pero conoció a un ingeniero socio de una empresa israelí de reconocimiento facial e intentó distribuirlo en Estados Unidos antes de lanzarse al mercado por su cuenta. El CEO sostiene que sí que puso el sistema en el Empire State pero lo matiza de la siguiente forma: «Primero se puso un piloto de control de acceso interno en la entrada solicitado por ellos».
Según El País, FacePhi no tiene ninguna foto del aparato pero se ofrece a reenviar los correos con la empresa con la que colaboró. A los pocos días, el medio recibió un mensaje pidiendo disculpas por no encontrar los e-mails. La excusa que puso es que son conversaciones que se tuvieron hace más de cuatro años.
De todas formas, Martí afirma que con F7, el software primogénito, casi no obtuvo clientes. Apenas tres años más tarde, en 2012, la compañía pasó a llamarse FacePhi y empieza a intentar vender su programa en mercados de América del Sur. La empresa afirma tener 23 propuestas de negocio enviadas.
En la actualidad asegura que están negociando un acuerdo con la asociación peruana de banca y dice que si firma este contrato los demás clientes caerán como fichas de dominó. En México, Global Hitss espera comercializar la tecnología de FacePhi. Según su director comercial, Rubén Guerrero: «Es un programa muy singular y funciona perfecto en nuestras oficinas».
Éste de México es de los pocos aparatos con el software de FacePhi, junto con algunos gimnasios e instalaciones de España. Su CEO responde que sí que tienen cajeros automáticos en Perú con esta plataforma de reconocimiento facial. Sin embargo, un portavoz de Interbank confirma a El País: «Hubo coordinaciones con la empresa para ejecutar este tipo de sistema, pero al final no se llegó a implementar«.
En junio realizaron una ampliación de capital de 1,2 millones de euros entre los casi 100 socios de la empresa. Un mes más tarde, los títulos de FacePhi salieron a cotizar al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) a 1,23 euros, valorando la empresa en 12,249 millones de euros. La compañía llegó a valer hasta 30 millones de euros pero en la última semana ha caído hasta un 30% de su cotización en Bolsa.
El sistema elegido era singular para una startup. No era una ampliación de capital, si no que sacó a Bolsa una parte de las acciones. Juan Sáinz de los Terreros, director financiero, afirma que fueron al MAB para conseguir «notoriedad y visibilidad». Durante los primeros días, vendieron acciones por valor de cientos miles de euros. Aunque los directivos y accionistas tenían blindadas de forma voluntaria las acciones durante un año, aplicaron una cláusula prevista para la salida en bolsa. Según El País, el directivo afirma que fue el MAB el que les pidió que vendieran las acciones pero un portavoz del otro bando dice que eso no fue así. Días después Martí rectificó.
La empresa facturó el año pasado 8.617 euros pero para este año prevé facturar 561.000 euros y 1,344 millones en 2015. Además, su principal gasto son los 261.762 euros gastados en comprar el software de reconocimiento facial a F7. Asimismo, Martí afirma que FacePhi ha desarrollado el sistema desde cero y que por eso no paga licencias. «Nuestra tecnología es igual que otras que hay en el mercado pero la diferencia principal reside en el coste«, remarca el CEO.