Google ha anunciado oficialmente la actualización Notification Glance de sus Google Glass. Esta característica ya se había filtrado hace un tiempo, pero hoy ha sido confirmada a través de un post en la red social propiedad de la compañía de Mountain View, Google+. Este nuevo avance mejorará considerablemente la forma en la que los usuarios interactúan con la prenda inteligente.
Una vez la aplicación esté actualizada, el consumidor podrá desplegar un panel cada vez que le llegue cualquier notificación, ya sea a través del correo o de los mensajes. Esto hace que mejoren los modos de interacción con el weareable. Antes, para poder ver este menú, tenías que tocar en una parte de la pantalla táctil de la prenda inteligente o asentir con la cabeza. Este avance supondrá una mayor facilidad a la hora de gestionar el dispositivo.
Los usuarios que posean estas gafas podrán actualizar esta aplicación de la siguiente forma. Primero, tendrá que llegarles un aviso de que Google está lanzando una actualización del sistema. Después, tendrán que dirigirse a Ajustes, donde verán un panel que pone Notification Glance. Al pulsar esta tarjeta, se producirá un sistema de calibración necesario. Éste permitirá ser más preciso a la hora de desplegar las notificaciones con la mirada.
Una vez terminado este sistema de calibrado, podrán probar el dispositivo con esta innovación. Debido a que, de momento, es una versión beta, hay que recordar que no funcionará a la perfección. Lo que Google aconseja es que se siga probando esta opción hasta que llegue la actualización definitiva, que será dentro de un año.
Hay quien afirma que esto puede ser un inconveniente. Algunos expertos dicen que esto sólo es un elemento más para distraerse de otras tareas que pueden resultar más importantes. Sin embargo, más que una pega, parece un avance. Pongamos, por ejemplo, que un usuario está en una reunión de negocios o en una iglesia. Si toca su auricular o mueve su cabeza de arriba a abajo, podría ser una distracción para la gente. En cambio, si sólo tiene que hacer un gesto con la mirada, probablemente pasaría desapercibido.
Estas nuevas gafas de Google han irrumpido en el mercado estadounidense a un precio que se sitúa en torno a los mil euros. Pese al gran potencial que esto supone, existen muy pocas prendas inteligentes de este tipo entre los consumidores. Para que este wearable triunfe, la compañía de Mountain View tendrá que enfrentarse a dos retos: seguir mejorando el desarrollo técnico de las mismas y el estigma social que ocasiona llevar un dispositivo raro que no se está acostumbrado a ver.
El potencial es visible, ya que es un dispositivo inalámbrico que permite navegar por Internet o tomar fotos sin necesidad de utilizar las manos. Sin embargo, ni si quiera los propios programadores saben muy bien cómo van a utilizarlas en un futuro cercano. De hecho, el gran debate de las Google Glass es si se serán más útiles en un entorno doméstico o en uno de trabajo.
