Facebook ha anunciado otro cambio en su red social. Con el compromiso de reforzar la privacidad del usuario, las historias publicadas de forma automática desde aplicaciones de terceros como Pinterest, FarmVille, Spotify y RunKeeper desaparecerán progresivamente.
La semana pasada, Facebook ya hizo un cambio importante en Instagram. Éste consistía en que cuando una persona le da a Me Gusta en una foto de la red social fotográfica, ya no se compartiría por defecto en el muro de la otra. Y viceversa. Si un usuario subía una foto a Facebook, ya no saldría automáticamente en su competidora.
El hecho marca un hito en la historia de Facebook y pone fin al sueño de Mark Zuckerberg, fundador de la compañía. Se supone que su objetivo era un mundo conectado, en donde un usuario pueda colgar automáticamente en Internet todo lo que come, escucha o juega. Desafortunadamente para el directivo, sus clientes no estaban preparados (y quizás nunca lo estarán) para ese tipo de transparencia en sus vidas.
Todo comenzó hace un año, aproximadamente. Cuando millones de usuarios empezaron a marcar como spam varias historias de aplicaciones de terceros en su muro. Apps de música, fotografía, vídeos, juegos y una infinidad de temas más estaban siendo prohibidos por los propios consumidores por identificarlos como publicidad basura. Por eso, y debido al variable algoritmo de Facebook sobre estas publicaciones, en un año se redujo progresivamente este tipo de posts hasta en un 75 por ciento.
Una gran faena, ya que los posts que se publican automáticamente han sido un gran negocio, tanto para Zuckerberg como para otras empresas. De hecho, compañías como Nike +, Spotify o Instagram se han hecho muy populares desde que la red social introdujera este servicio en 2012, el conocido Open Graph. En un principio se lanzó como un nuevo estándar de las historias de publicación automática. La plataforma era capaz de analizar todo lo que habías hecho en el tiempo que habías pasado en Facebook para, posteriormente, mostrarte publicidad relacionada.
El periódico estadounidense Washington Post fue uno de los primeros en apuntarse a este método de marketing de contenidos. De hecho, cada vez que un usuario leía una noticia en su web, automáticamente se lanzaba un mensaje en Facebook con el enlace al artículo.
Social Cam, otra app, consiguió que millones de usuarios conocieran su web gracias a esta estrategia. Si una persona veía un vídeo en su plataforma, éste no sólo lo compartía automáticamente en su muro, si no también en lo que se conoce como ‘News Ticker‘ (que son las informaciones que aparecen en la parte superior derecha de la pantalla).
Sin embargo, a los usuarios no les gustaba este tipo de intromisiones, por lo que acabaron rechazándolas. A pesar de ello, la compañía dejó que su Open Graph se implementara en varias aplicaciones. La red social parecía tener un buen objetivo: compartir al instante todo lo que estás haciendo a través de Facebook. A pesar de ello, se les olvidó calcular el límite de este experimento. Los usuarios pueden querer compartir una canción que les gusta, pero no que se cuelgue en su muro una noticia leída en una web sensacionalista.
Por el momento, la compañía no tiene planes de eliminar todas las publicaciones automáticas. Para lo que sirve el aviso, colgado en el propio blog de la compañía, es para advertir a los desarrolladores de aplicaciones. Para estos informáticos, conseguir seguidores ya no va a ser tan fácil como lo fue en un principio.