Dicen que mientras que una cámara tiene un número de disparos limitado, los objetivos, en cambio, son para siempre. Sin embargo, a la persona que dijo esta frase, se le olvidó añadir, que los objetivos son para siempre, si se cuidan bien. Mantener las lentes de la cámara en buen estado puede parecer una tarea reservada para los profesionales de la fotografía, pero nada más lejos de la realidad. Siguiendo estos tres consejos básicos para cuidar tus objetivos, será «como coser y cantar». Aviso a los lectores, estos consejos sólo se aplican a aquellos que tengan una cámara con objetivos intercambiables. Esto es, cuando el cuerpo de la cámara y la lente se puedan separar.
Protección de los objetivos
Es muy importante que los objetivos estén protegidos incluso cuando no los estamos utilizando. Para ello, es recomendable guardarlos en un lugar fresco, seco y sin suciedad. La humedad es uno de los peores enemigos de las lentes y una vez la tienen, es muy difícil combatirla. Así, mantener nuestros objetivos alejados de sitios demasiado húmedos es el primer consejo y uno de los importantes para evitar que nuestros objetivos se estropeen con el paso del tiempo.
Sin embargo, mientras los estamos utilizando también es importante protegerlos. Existen diferentes accesorios que nos ayudan a resguardar los objetivos y, sobre todo, su cristal. Los filtros UV, así como los parasoles son muy útiles para mantener el cristal del objetivo a salvo de las manchas, los golpes y hasta del propio sol. Estos accesorios son muy fáciles de conseguir en cualquier tienda especializada. Por otra parte, siempre que tengamos oportunidad, no podremos olvidarnos de poner la tapa al objetivo. Aunque estemos utilizando la cámara, poner la tapa entre foto y foto es un gesto vital para evitar posibles arañazos.
Transporte
Uno de los momentos más delicados para un objetivo es el momento de transportarlo de un lado a otro. Para evitar que sufran golpes accidentales o movimientos no deseados dentro de una mochila o bolsa, debemos transportarlos teniendo en cuenta su delicadeza. Utilizar bolsas específicas para objetivos, así como saber sujetar bien los objetivos en los compartimentos de la mochila de la cámara es muy importante para evitar desperfectos en el transporte. De hecho, si queremos asegurarnos, aún más, de que nuestras lentes viajan seguras las podemos envolver en plástico de burbujas antes de meterlos en las bolsas porta-objetivos. Esto amortiguará los posibles golpes, además de hacer los objetivos menos vulnerables al calor o a la humedad.
Limpieza
La limpieza de los objetivos es algo tan importante como inusual. Y es que, no es recomendable limpiarlos muy a menudo. De este modo, debemos limpiar las lentes siempre que sea inevitable, como por ejemplo, cuándo veamos motas de polvo o huellas en el cristal que puedan dificultar el enfoque de la cámara.
¿Cómo limpiarlos? En cualquier tienda de fotografía se puede adquirir un kit compuesto por un pincel, un líquido limpiador específico y un paño de microfibra. Los utilizaremos en ese orden. Primero el pincel para limpiar las motas de polvo y, después, aplicaremos el líquido sobre el paño limpiando el cristal de la lente de dentro hacia fuera, haciendo círculos. Después lo dejaremos secar.
Siguiendo estos tres sencillos consejos alargaremos, y con creces, la vida de nuestros objetivos. Además, cuidar de los objetivos es uno de los puntos esenciales para mejorar la calidad de nuestras fotos, que pueden verse afectadas, y mucho, por un mal mantenimiento de las lentes.