Google inició hace varios meses el proyecto Ara, aunque sus orígenes se produjeron en Motorola, pero ahora que la compañía ha sido comprada por Lenovo, el gigante de Internet se ha quedado con él. La compañía está trabajando seriamente en esta propuesta de teléfono modular o a piezas, un sistema que podría cambiar las reglas del juego en el segmento móvil de forma drástica. La idea es crear varios armazones con distintos tamaños, sobre los que se montan las piezas necesarias como pantalla, procesador, cámara o conexiones. En Google ya han publicado el MDK o Module Developers Kit para que los desarrolladores tengan las pautas necesarias para crear las distintas piezas que formarán el dispositivo. Ahora han publicado una serie de imágenes que muestran posibles diseños para los dispositivos.
El proyecto Ara está en marcha y Google espera que el primer smartphone modular esté listo para enero de 2015. Un mes antes, en diciembre, se espera que la compañía actualice su plataforma Android, por lo que el primer terminal modular ya contará con lo próximo del androide verde. Google lanzará un modelo genérico en color gris, pero ya han mostrado algunas opciones de personalización que podrían funcionar. Habrá un configurador para que los usuarios puedan elegir colores, dibujos o incluso texturas que serían realizadas con impresoras en 3D. Cada módulo permitiría insertar una especie de carcasa extraíble, como las que podemos encontrar en cualquier móvil, sólo que estas irían a piezas. Por ejemplo, el procesador podría tener una carcasa en rojo, la cámara en verde y la batería en azul, o incluso un estampado tipo militar o una foto impresa. Las opciones de personalización podrían ser casi interminables, hasta se detalla un sistema que crearía un diseño a partir de los tonos y texturas de una foto.
Lo bueno de esta propuesta es que nos permitiría ir cambiando el diseño cuando queramos. Tendríamos un teléfono gris muy básico, pero con las pequeñas carcasas podríamos añadir color, texturas y dibujos. La idea del proyecto Ara es que los usuarios tengan total libertad para configurar su teléfono, no sólo en cuanto a las aplicaciones instaladas, sino en el hardware y también la apariencia. Los teléfonos podrán mutar constantemente, un punto que cambiará las reglas en cuanto a la vida útil de cada producto. Tal y como apunta Paul Eremenko, el director del proyecto, normalmente un smartphone se suele cambiar cada dos años, mientras que los terminales Ara podrán alargar su duración hasta cinco o seis años, el triple. Por ejemplo, si se estropea la pantalla podremos cambiarla fácilmente, pero además será posible aumentar la potencia o la memoria en cualquier momento. Google seguirá desarrollando el proyecto a lo largo de este año y dará una serie de conferencias para desarrolladores. Como decíamos, en enero está previsto que aparezca el primer terminal fruto de esta interesante iniciativa.