Vodafone está interesada en comprar Ono, que es el mayor operador de cable del país. Ono tiene desplegada una red propia de más de 45.000 kilómetros, que cubren más de 7 millones de hogares españoles. A finales de 2013, el operador de cable tenía 1,8 millones de clientes de telefonía fija, 1,5 millones de clientes de Internet, más de un millón de clientes de móvil y 790.000 abonados a la televisión por cable. El importe de la oferta que se está negociando ronda los 7.000 euros e implicaría hacerse con el cien por cien del capital de Ono. Según el diario Expansión, la propuesta sería en efectivo y valora la compañía de cable en 6.900 millones de euros sin contar la deuda financiera de 3.300 millones de euros; además añade que es vinculante aunque condicionada a una auditoria posterior y al visto bueno de los reguladores. Por otro lado, según Hispanidad, la actual oferta del gigante de telecomunicaciones británico es de 6.400 millones de euros, en lugar de los 7.000 millones euros que mencionan otras fuentes como Reuters.
Los analista del banco de inversión Goldman Sachs consideran que a Vodafone le conviene cerrar la operación, porque le ayudaría a frenar el descenso de beneficios en España. De hecho, el equipo de Goldman vaticina que Vodafone va a invertir 30.000 millones de euros en cableros en Europa para completar su negocio principal del móvil. Precisamente citan como probables objetivos Ono en España y la Fastweb en Italia para mejorar sus perspectivas. Los analistas de ese banco de inversión estiman que si Ono perteneciera a Vodafone se podrían crear unos beneficios de 300 millones anuales, procedentes de reducciones de costes y de aumentos de ingresos con ofertas combinadas de móvil y cable.
Ahora es el consejo de administración de Ono quien tiene la última palabra. Hoy deberá decidir si acepta la nueva oferta de Vodafone o si prefieren seguir adelante con sus planes de salir a Bolsa. El capital social de Ono está repartido entre los fondos de inversión Providence (15,2 %), Thomas H. Lee Partners (15 %) y Quadrangle Capital Partners (9 %), más las compañías General Electric (9 %), Caisse de Dépí´t et Placement du Québec (6,8 %) y el grupo Multitel, fundado por Eugenio Galdón (6 %).
Según informa Hispanidad, los fondos de inversión propietarios de la cablera que controlan el 70 por ciento del accionariado, no están de acuerdo con la oferta de Vodafone para adquirir Ono, porque creen que su valor es mayor (entre 7.500 y 8.000 millones de euros). Por eso, piden 8.000 millones de euros. La idea de los fondos sería sacar la cablera a cotización para propiciar que los británicos eleven el importe de su oferta. En cambio, serían los accionistas minoritarios, como Multitel, los que estarían interesados en vender y los responsables de filtrar la operación, según Hispanidad.
Si el consejo de administración finalmente rechaza la propuesta de Vodafone, Ono podría proseguir con su proyecto de salida a Bolsa. El pasado mes de diciembre el consejo aprobaba un plan de venta de acciones por valor de entre 1.000 y 1.200 millones de euros, de los que entre 300 y 500 millones procederían de la venta de acciones de los socios actuales (OPV) y unos 800 millones de euros corresponderían a acciones nuevas emitidas por medio de una ampliación de capital (OPS), según publica Expansión.