El Toshiba Portégé Z30 es uno de los ultrabooks más equilibrados que se pueden encontrar en el mercado actualmente. Un equipo que se encuentra en la barrera entre los usuarios multimedia y los profesionales, con muchos argumentos para convertirse en uno de los mejores portátiles de trabajo ligero que se pueden encontrar hoy en día. Entre ellos, hay que destacar su ligereza de apenas 1,2 kilos que lo convierten en un equipo muy manejable, la calidad de su pantalla de aspecto mate para responder en cualquier viaje o su autonomía de hasta 12 horas. Hemos tenido la ocasión de probar el Portégé Z30, que se puede encontrar en el mercado por un precio de 1.090 euros. Te contamos nuestras conclusiones.
Una pantalla para trabajar en cualquier lugar
El primero de los aspectos que queremos destacar de este portátil es su pantalla. A priori puede parecer que estamos ante una característica que no ha cuidado mucho Toshiba, ya que su resolución estándar de 1.366 x 768 píxeles llama muy poco la atención si lo comparamos con las propuestas de los últimos meses. Pero esa impresión cambia enseguida cuando se comienza a utilizar este equipo, sobre todo si viajamos a menudo o trabajamos en lugares con fuentes de luz que impacten directamente en el panel.
Los reflejos en la pantalla son prácticamente nulos, de manera que no tenemos que trabajar con el brillo a tope para poder salvar la luz del sol y los contenidos se muestran con bastante legibilidad incluso con el nivel de brillo más bajo. No tendrá tanto relumbre como una pantalla de aspecto brillante (glossy), pero es una ventaja muy grande para los usuarios que viajen con su portátil. En la configuración básica hemos probado la pantalla convencional, pero la compañía japonesa también ofrece una configuración con panel táctil.
Diseño fino y delgado
Otro de los aspectos sobresalientes de este equipo es su diseño. El hecho de que pese tan solo 1,2 kilos lo convierten en un equipo realmente manejable, y muy orientado a los profesionales móviles que viajen a menudo. Esto se une con un grosor muy competitivo de 1,8 centímetros. En cuanto a las propias líneas del equipo, nos encontramos con un diseño elegante y bastante sobrio, con el uso de magnesio en color gris oscuro y aspecto laminado. El teclado está a la par de este diseño, con las teclas en negro con un buen nivel de separación entre sí y una buena altura que facilita la escritura. Dicho teclado está retroiluminado. Las dimensiones completas del Toshiba Portégé Z30 son de 31,6 x 22,7 x 1,79 centímetros. En definitiva, un portátil muy bien construido y equilibrado en todos sus elementos.
Memoria y potencia
En general, hemos encontrado que el Toshiba Portégé Z30 cuenta con un rendimiento muy fluido en la mayoría de aplicaciones y dentro del sistema de Windows. Eso sí, sigue sin ser un equipo pensado para el uso de aplicaciones y juegos pesados, como ocurre con la mayoría de los ultrabooks del mercado. Para funcionar utiliza un procesador Intel Core i5-4200U de doble núcleo y una potencia de 1,6 GHz. Este chip puede elevar su potencia hasta un máximo de 2,6 GHz en los momentos en los que necesitemos una mayor capacidad de proceso y funcionar como si en realidad tuviéramos cuatro núcleos físicos. Esto se une a una memoria RAM de 8 GB.
Además, en el campo de la memoria física aprovecha un disco SSD de 256 GB. Esta tecnología permite un arranque muy rápido del sistema (sobre todo si optamos por el sistema operativo Windows 8).
Sistema operativo y aplicaciones
En su configuración básica, el Toshiba Portégé Z30 apuesta por el sistema operativo Windows 7. Para aquellos usuarios que quieran dar el salto a Windows 8, la compañía japonesa también ha incluido un DVD para realizar el salto a esta plataforma. Aquí habría que dar un tirón de orejas a la empresa, ya que el Portégé Z30 no cuenta con lector de DVD y tendríamos que conseguir un lector externo para poder cambiar de plataforma. Lo más lógico hubiera sido incluir una memoria USB o una tarjeta SD con el sistema (aunque sea una opción más cara) y que este proceso tuviera menos trabas.
En el campo de las aplicaciones, uno de los añadidos más interesantes del equipo es un lector de huellas digitales que mejora la seguridad del dispositivo. También nos ha gustado el modo ECO para conseguir un mayor rendimiento de la batería cuando utilicemos el portátil, y una utilidad llamada TEMPRO que aconseja al usuario de las configuraciones del equipo que puedan estar mermando su rendimiento.
Conectividad y multimedia
Toshiba ha puesto mucho cuidado en el campo de las conexiones para favorecer la versatilidad de este portátil. Así, por ejemplo, contamos con tres puertos USB 3.0 que permiten tasas de transferencia de hasta 10 veces las del USB tradicional. Además, podemos realizar la carga de un smartphone o un tablet incluso cuando el equipo está en estado de suspensión. También destaca la inclusión de un puerto Ethernet, algo muy poco común en un portátil tan fino como el de Toshiba, y un puerto HDMI de tamaño completo. Las conexiones continúan con conexión WiFi, Bluetooth 4.0 y un lector de tarjetas de memoria SD. Por último, es importante resaltar un lector de tarjetas inteligentes (smart cards) en el lateral izquierdo del ultrabook.
El aspecto multimedia es uno de los menos potentes del equipo. Hay que recordar que estamos ante una pantalla con resolución estándar que se une a un sistema de sonido algo limitado. Aunque la calidad del mismo no es mala para un portátil, si que se echa en falta una mayor potencia de audio. Este conjunto se completa con una cámara web para realizar videoconferencias.
Autonomía
La batería de este portátil alcanzaría para un uso teórico de hasta 12 horas. Eso sí, dentro del uso más intensivo del portátil que hemos llevado a cabo durante nuestras pruebas la autonomía ha permitido un uso de alrededor de seis horas y media, que sigue siendo una cifra muy notable para su uso en viajes y desplazamientos.
Precio y opiniones
El precio del Toshiba Portégé Z30 es de 1.090 euros. En definitiva, este es un ultrabook con un resultado final muy bueno y equilibrado, sobre todo si eres un profesional móvil o un usuario que vaya a usar este equipo a menudo en viajes y desplazamientos. Esta vocación profesional se refuerza con algunos aspectos como la robustez del diseño (su finura engaña mucho), el peso de apenas 1,2 kilos, su pantalla mate que absorbe la inmensa mayoría de los reflejos o el lector de huellas digitales incorporada. Si no vas a usar el portátil de manera primordial para fines multimedia, y todavía no estás seguro de dar el salto a los equipos orientados al universo táctil de Windows 8, el Toshiba Portégé Z30 es tu equipo.
Ficha técnica
Modelo | Toshiba Portégé Z30 |
Pantalla | 13,3 pulgadas con retroiluminación LED Resolución estándar de 1.366 x 768 píxeles Aspecto mate Pantalla táctil capacitiva opcional |
Procesador y RAM | Intel Core i5-4200U de doble núcleo con 1,6 GHz por núcleo 8 GB de RAM DDR3 |
Gráficos | Intel HD Graphics 4400 |
Almacenamiento | Disco SSD de 256 GB |
Sistema operativo y multimedia | Windows 7 (con actualización a Windows 8 a través de DVD) Webcam Micrófono integrado Altavoces estéreo |
Conectividad | Wi-Fi 3 x USB 3.0 (uno de ellos con posibilidad de carga de smartphones y tablets en modo de suspensión) 1 x Salida HDMI 1 x Ethernet |
Batería | Iones de litio con hasta 12 horas de autonomía (unas seis horas y medio de uso continuado) |
Dimensiones y peso | 31,6 x 22,7 x 1,79 centímetros 1,2 kilos |
Precio | Desde 1.090 euros |
+info | Toshiba |