La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) acumula escándalos por encima de sus posibilidades. Los sistemas de vigilancia que han empleado sin control para impedir ataques terroristas abren la puerta a otros tipos de espionaje menos justificables o, incluso, a hacer el software que usamos cada día vulnerable a ataques de terceros.
Hasta tal punto ha llegado el escándalo que el gobierno de EEUU ha decidido que tenía que mover ficha. Así, según informa The Wall Street Journal, el viernes se anunciarán cambios en las atribuciones que la NSA tiene. En particular, Obama podría asumir las recomendaciones elaboradas por un panel de expertos que, fundamentalmente, están encaminadas a que un juez tenga que autorizar el acceso a información como los registros de llamadas de los sujetos bajo vigilancia. La excepción serían los casos en los que haya constancia de un ataque terrorista inminente. Actualmente, es la propia agencia la que autoriza o no el espionaje en base a que haya una sospecha razonable.
Otro de los cambios que podrían tener lugar es que la ley sobre privacidad de 1974, que garantiza los derechos de los ciudadanos americanos, podría extenderse a los de otros países. Es decir, que casos como los conocidos en los últimos meses a través de los documentos filtrados por Edward Snowden, en los que se ha sabido que se llevaban a cabo acciones de vigilancia en otros países no se reproducirían. Aún así, fuentes de los servicios de inteligencia norteamericanos han desmentido el espionaje a ciudadanos franceses y españoles.
Se ignora si Obama se referirá también a programas como los puestos en marcha para inundar el mundo con software y hardware vulnerable, como la backdoor existente en Dual_EC_DRBG, un algoritmo de generación de números pseudoaleatorios que la NSA diseñó y que consiguió que la agencia reguladora NIST incluyese en su estándar. El resultado es que gran cantidad de software, incluyendo el firmware de algunos routers, incluye ahora el algoritmo vulnerable al ataque de la NSA y, quien sabe, si de alguien más.
Precisamente a Edward Snowden se le puede considerar el principal interesado en lo que Obama exponga el viernes. Los cambios en el funcionamiento de la NSA se deben, en buena parte, a la exposición de información sobre las prácticas de la agencia filtradas por el ex analista. Este, con toda seguridad estará muy atento a las palabras del presidente estadounidense, de las que se podría deducir no sólo que ha logrado su objetivo de terminar con prácticas que considera poco o nada éticas. La comparecencia se produce poco después de que diferentes medios de comunicación publiquen editoriales pidiendo que Snowden sea exonerado.
Traidor para algunos, héroe para otros, Snowden ha destapado información sobre el funcionamiento de la agencia de seguridad que demuestran que estas han operado sin ningún control. Aunque los mecanismos de control interno que evitan que se espíe indiscriminadamente puedan haber funcionado, la ausencia de un regulador externo que garantice que no se violan los derechos de ninguna persona son necesarios para evitar abusos.