La primera noticia que tuvimos sobre la posibilidad de que YouTube estuviera preparando un servicio de suscripciones llegó justo en el momento en el que Google se encontraba negociando con las discográficas la explotación del servicio de música que luego prestaría a través de Google Play Music. Las últimas informaciones, filtradas a cuentagotas, apuntaban a una puesta en marcha este mismo año. Pero nada más lejos de la realidad. Según ha avanzado el medio AllthingsD, la plataforma de vídeos habría decidido posponer el lanzamiento de este servicio de suscripciones hasta 2014. Personas familiarizadas con los planes de la compañía han indicado que YouTube se encuentra estudiando una puesta de largo durante el primer trimestre del año, muy a pesar de que ya cuenta con los permisos necesarios de las principales discográficas a nivel global.
Al parecer, la principal razón por la que este servicio no se pondría en marcha es porque YouTube no se encuentra satisfecha con el producto en sí. La decisión de atrasar el lanzamiento se ha tomado a última hora. De hecho, dentro y fuera de la empresa se esperaba que el servicio estuviera listo a finales de 2013. El caso es que a finales de octubre, se replanteó de nuevo la manera de integrar los contenidos que generan los usuarios, incluyendo las grabaciones y los vídeos más convencionales. YouTube tendría ciertas dudas sobre cómo hacerlo.
En un principio, se indicó que el servicio de suscripciones de pago estaría compuesto por una serie de canales con contenidos exclusivos (series inéditas, películas, conciertos en directo…) por los que el usuario tendría que abonar una cantidad mensual. La cuota podría estar entre uno y cinco dólares, así que es muy posible que la conversión en Europa sea idéntica: de uno a cinco euros mensuales. El motivo por el cual YouTube se habría planteado el lanzamiento de un servicio de estas características radicaría en las necesidades de los propios usuarios que suben vídeos a la plataforma. Al parecer, algunos proveedores de contenidos le han reclamado a la compañía en muchísimas ocasiones contar con una plataforma para ofrecer contenidos exclusivos a aquellos usuarios que sí estarían interesados en pagar por verlos. Otra opción interesante sería la de ofrecer un servicio de suscripción financiado a través de publicidad con la que los propietarios de estos canales también podrían obtener ingresos y sacar, en definitiva, un rendimiento de su presencia en YouTube.
El caso es que en estos momentos, la compañía todavía no ha reconocido oficialmente que tenga la intención de presentar un servicio de estas características. Lo único que ha indicado YouTube es que el equipo se encuentra trabajando en nuevas fórmulas para que los usuarios puedan seguir disfrutando de los contenidos, tanto a través de ordenadores de sobremesa como desde cualquier otro tipo de pantalla (ordenadores portátiles, tabletas, smartphones…). Sin embargo, dicen que en este momento no hay nada que anunciar. Esto casaría con la tesis que apoya el retraso del sistema de suscripciones hasta 2014.