Anki Drive

Que los juguetes son cosa de niños es algo que hace ya mucho tiempo está claro que no es cierto. Una cosa es que haya juguetes especí­ficos para niños, sí­, pero otra muy distinta es cometer el error de identificar cualquier juguete con niños. No es por ponerme en plan «abuelo cebolleta», pero aún recuerdo la envidia con la que veí­a el Ibertren que tení­a mi padre cuando yo era sólo un niño. Los tiempos han cambiado desde entonces, pero algunas cosas se mantienen, y los juguetes para adultos que llevan un niño dentro son una de ellas. Así­, no es de extrañar en absoluto que una industria floreciente en estos difí­ciles tiempos sea la de los juguetes relacionados con la tecnologí­a y dirigidos, claramente, a un público adulto. Tal es el caso de Anki Drive, los coches radiocontrolados del futuro, ahora. O, para ser más exactos, el 23 de octubre, que es el dí­a que sale a la venta esta propuesta de ocio que, sin duda, va a poner la piel de gallina a más de uno.

El planteamiento es una mezcla de Scalextric (o, para ser más exactos, TCR, aquella variante de juego de coches en los que estos podí­an cambiar de carril para adelantarse entre ellos) y un futurista videojuego de carreras de coches con armas, defensas etcétera. Sí­, exacto, ese tipo de juegos en los que las carreras consisten no tanto en acabar el primero, como en acabar con todos tus rivales. Anki Drive consta de un circuito desplegable en el suelo, dos coches y un cargador para los mismos. Para controlar los vehí­culos, es necesario descargar una aplicación para iOS (de momento el juego sólo es compatible con iPhone 4S o superior, iPad de tercera generación o superior, iPad Mini y iPod Touch de quinta generación, si bien sus fabricantes afirman que próximamente estará disponible para otras plataformas) y configurar la partida. Los coches (hasta un máximo de cuatro) pueden ser controlados por jugadores (cada uno, claro, necesitará un dispositivo con el software de control) o por el sistema de inteligencia artificial instalado en los mismos. No se pueden realizar carreras de coches sólo con el sistema de IA, en cada partida debe haber un mí­nimo de un jugador humano.

Anki Drive

Y ahí­, claro, empieza la parte realmente divertida. Con los controles de la app, puedes controlar la aceleración, cambiar de carril (por eso la referencia del principio al TCR) y, lo mejor de todo, lanzar todo tipo de ataques al resto de coches en la carrera. Sí­, lo que comentábamos, como en un videojuego. Cada uno de los cuatro modelos de coche no sólo se distingue del resto por el color. En realidad cada uno de ellos tiene sus propiedades en lo referido a maniobrabilidad, velocidad, aceleración, energí­a y velocidad de carga. Además, claro, de sus propias armas. Los dos vehí­culos incluidos en el kit del juego (Boson y Kourai, el negro y el amarillo) disponen de un rayo tractor, con el que atrapar a otros corredores. Por su parte, Rho y Katal (el rojo y al azul) que se venden por separado, cuentan con escudos deflectores que pueden repeler disparos de sus enemigos. Además, a medida que la carrera progresa, los jugadores van sumando puntos que pueden emplear para mejorar sus coches con, por ejemplo pantallas reflectoras que devuelven los disparos al atacante original, o un disrruptor de tracción, con el que repeler el rayo tractor de un atacante. Sí­, exactamente igual que en un videojuego, sólo que en Anki Drive parte de la acción se experimenta en la pantalla del dispositivo, y la otra parte con los coches en el circuito.

En este ví­deo, de la empresa creadora del juego, puedes hacerte una idea de cómo funciona.

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