Cuando conocimos la ficha técnica del Samsung Galaxy Gear, ese reloj inteligente que Samsung presentó hace apenas unas semanas, vimos que a pesar de tratarse de un accesorio de pulsera contaba con todas las prestaciones que necesitaría un teléfono inteligente para funcionar. Nos referimos, lógicamente, a su procesador mononúcleo, capaz de funcionar a una frecuencia de reloj de 800 MHz, a la edición de Android 4.2.2 (Jelly Bean) como sistema operativo y a los 512 MB de RAM, imprescindibles para soportar el rendimiento de ciertas aplicaciones y procesos, por muy simples que sean. Esta capacidad ha quedado confirmada con las últimas pruebas realizadas con el dispositivo, sobre el que han conseguido hacer funcionar aplicaciones tan de moda como Candy Crash Saga. Y no es que esto haya ocurrido por arte de magia. La mayoría de apps, de hecho, no pueden ejecutarse a través de este dispositivo…
Para poder instalar alguna aplicación en el Samsung Galaxy Gear hay que rootear el dispositivo. En primer lugar, será necesario instalar la SDK de Android en el ordenador y acceder al apartado Configuración del equipo. Acto seguido, será necesario encender la «depuración USB» y conectar el cable USB en el ordenador. Como ves, para poder llevar a cabo esta acción resulta necesario contar con conocimientos importantes sobre la materia. El resultado, además, tampoco es tan satisfactorio. Las aplicaciones que pueden instalarse en este reloj son bastante limitadas. Por ejemplo, no podrás integrar WhatsApp al reloj, simplemente porque el Samsung Galaxy Gear no tiene el chip de radio que nos permite realizar llamadas. Tampoco podrás instalar aplicaciones demasiado complejas: no debes perder de vista que el reloj inteligente de la coreana es un equipo sencillo, con una capacidad más que relativa para ejecutar procesos tan complejos.
Otra limitación importante, como puedes imaginar, es la del tamaño de la pantalla. El panel principal del Samsung Galaxy Gear apenas tiene 1,63 pulgadas, de modo que resultará sumamente complicado echar una partida a Candy Crush Saga o a cualquier otro juego que te propongas descargar. Sí podríamos encontrar alguna utilidad en la integración de otras aplicaciones sencillas que puedan ayudarnos a la hora de llevar a cabo tareas básicas como calcular las calorías que hemos perdido tras una dura jornada de deporte, cronometrar una carrera en bici o controlar los aparatos de tu hogar para encender la calefacción antes de llegar a casa o poner en marcha la lavadora para que la ropa esté lista a una hora determinada.
El Samsung Galaxy Gear se comercializa en nuestro país de manera conjunta con el Samsung Galaxy Note 3, la tercera generación de este phablet con puntero táctil. Aparte de todas las prestaciones que ya te hemos indicado, luce una cámara fotográfica sencilla, con sensor de 1,9 megapíxeles, autoenfoque y la novedosa función Sound&Shot, capaz de asociar un sonido a una instantánea. Es compatible con la tecnología inalámbrica Bluetooth 4.0 y dispone de hasta 4 GB de memoria interna, útiles para almacenar información o incluso aplicaciones, si piensas en introducir al reloj algunos programas extra.
Si no tienes la menor intención de probar cómo le sientan las nuevas aplicaciones a tu Samsung Galaxy Gear, te recordamos que el reloj ya cuenta con un amplio catálogo de funciones instaladas de serie: Banjo, una app que te permite ver qué pasa a cada momento en cualquier lugar del mundo; Evernote, un sistema de recordatorios a través de texto e imágenes; Glympse, una herramienta para compartir nuestra ubicación en tiempo real y sobre un mapa; Ebay, el conocido sistema de compras; Line, el popular servicio de mensajería instantánea; MyFitnessPal, una aplicación para aquellos que quieren conservar la línea; Path, una plataforma para conectarte con la familia; RunKeeper, otro entrenador personal de bolsillo; TripIt, una sistema para organizar tus viajes o Vivino Wine Scanner, una aplicación imprescindible para los amantes del vino.
